Fuente: El Periódico de la Energía
Bruselas se ha propuesto ganar una guerra y que otros países iniciaron años atrás. Se trata de intentar rebajar la dependencia del dólar especialmente en la compra-venta de petróleo. El hecho de desplazar la moneda estadounidense y usar nuestra moneda única en las transacciones energéticas.y en el comercio mundial de hidrocarburos, no solo reforzaría el euro sino que le podría alzar con el estatus de moneda de reserva principal del mundo.
A principios de diciembre, la Unión Europea presentó una serie de medidas para fomentar el uso del euro en sectores estratégicos, y ahora ha convocado a un grupo de energéticas para trabajar en la promoción del euro y luchar contra este monopolio del dólar estadounidense, lo que refleja una mayor tensión con Washington en relación con el comercio y las sanciones, según cuenta el portal de noticias Euronews.
El grupo, que incluye ejecutivos de compañías petroleras europeas como OMV y Eni, o de gas como Fluxys y Engie, se ha reunido ayer, jueves 14 de febrero, a puerta cerrada en Bruselas bajo el beneplácito de la Comisión Europea.
Pero la dependencia de la moneda estadounidense, y en consecuencia, de Washington, no solo molesta a Europa, también a muchos exportadores e importadores de petróleo. Los expertos señalan que en los últimos años se ha formado una coalición para promover la desdolarización del mercado energético mundial. Ya incluye a Rusia, China y Venezuela. Y en los últimos meses, tras las sanciones, también a Irán.
Europa quiere que dirigir ese cambio de moneda y que no sea el yuan chino, que es el que se postula como posible ganador. Para ello se ha invitado a los participantes a profundizar en las “alternativas (iniciadas por el mercado) al uso del dólar estadounidense mediante un uso más amplio del euro, a pesar de los beneficios de tal cambio”, según documentos preparados por la Comisión y presentados durante la reunión.
Se espera que este encuentro, que forma parte de un proceso de consulta que durará hasta mediados de 2019, proporcione nuevas aportaciones a los planes de la UE para promover el euro en el comercio de energía. “La UE es el mayor importador de energía del mundo con una factura anual de importación de energía con un promedio de 300.000 millones de euros en los últimos cinco años. Aproximadamente el 85% de esta cantidad se paga en dólares estadounidenses”, añaden esos mismos documentos.
Otros importantes productores e importadores de productos básicos, como Rusia y China, también han buscado durante mucho tiempo aumentar el papel de otras monedas en el comercio de productos básicos, pero “¿cómo se puede cambiar un mercado dominado por una moneda: el dólar?”, dijo un participante de la reunión.
No toda la industria del sector asistió a esta jornada, parte reconoce que es escéptica y por eso no iba a participar en la reunión, ya que dice que crear un espacio para el euro en pagos internacionales es un proceso demasiado largo. “Más que una promoción, necesita reformas, estabilidad y convencer a los inversores”, dijo un importante banquero, expresando grandes dudas en el Banco Central Europeo sobre el plan de la Comisión Europea. De hecho, de ser posible, la caída de la hegemonía de la moneda estadounidense en los mercados mundiales de energía es un proceso largo, de entre 10 a 15 años.
Los funcionarios del BCE han dicho que la única manera de impulsar el papel internacional del euro es fortalecer la Unión Monetaria Europea con las reformas bancarias y financieras que los estados de la UE han bloqueado durante años.
Crisis con Irán
La medida es consecuencia de la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo con Irán sobre el programa nuclear de Teherán, y muchas empresas de la UE como la francesa Total han asegurado que se han visto obligadas a dejar de comprar petróleo iraní incluso con euros debido al temor a las sanciones secundarias de Estados Unidos.
El mecanismo de compensación en dólares de los Estados Unidos le permite controlar de manera efectiva todas las transacciones bancarias electrónicas y perseguir a cualquiera que crea que infringe sus reglas.
A principios de este año, varios compradores europeos suspendieron las compras de crudo venezolano debido al temor de estas sanciones. A pesar de que no se les prohibió formalmente comprar petróleo, las últimas restricciones norteamericanas han propiciado ese bloqueo.
Pero las tensiones entre EEUU y la UE sobre el papel del dólar en el mercado internacional se remontan más atrás. En 2014, Washington multó a BNP Paribas con 9.000 millones de dólares (7.967 millones de euros) por comerciar con petróleo iraní y sudanés, y el banco francés firmó un acuerdo bajo la amenaza de perder el acceso a la compensación del dólar.
En estos 20 años de existencia del euro, su papel internacional alcanzó su punto álgido a principios de la última década pero su uso disminuyó durante la crisis financiera 2007-08.
El euro no se ha recuperado desde entonces, y el dólar sigue siendo la moneda más utilizada en el mundo. El 60% de la emisión de deuda soberana y las reservas mundiales de divisas están en dólares. El euro es la segunda moneda mundial, pero su participación en cada mercado es solo del 20%.
La Comisión admitió anteriormente que el predominio del dólar se debía a una mayor liquidez, menores costes de transacción y su uso como punto de referencia en los mercados de productos básicos y derivados, prerrogativas que difícilmente pueden ser impugnadas en el corto plazo.