El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha advertido a la UE de que «no hay tiempo que perder» para impulsar las interconexiones energéticas de España con el resto de la UE porque no hacerlo es jugar el partido de la competitividad «con una mano atada a la espalda».
Rajoy ha inaugurado en Brujas el curso académico del Colegio de Europa y, en su intervención, ha avanzado que en el Consejo Europeo que comienza esta tarde (por ayer) en Bruselas va a pedir que de forma decidida se impulsen ya esas interconexiones con la Península Ibérica y con España en particular.
Ha informado de que España ha presentado ante el debate que habrá sobre este asunto en la cumbre europea varias propuestas porque se trata de una cuestión «capital para la competitividad» de las economías de la UE.
Rajoy ha reconocido que Europa no puede conseguir una completa independencia energética, pero ha considerado que sí puede asegurarse un nivel suficiente de suministros a precios asequibles y sostenibles medioambientalmente.
Esto cree que ha de hacerse mediante una adecuada combinación de eficacia, diversificación y energías alternativas en el marco de un genuino mercado interior de la energía.
Para Rajoy, las ventajas de la diversificación tanto de fuentes como de procedencias geográficas y rutas de tránsito son evidentes y se han puesto de relieve con ocasión de la crisis de Ucrania y del gas.
Por tanto, ha defendido avanzar en la finalización de los corredores energéticos así como incrementar las capacidades de almacenamiento de reservas energéticas.
«No hay tiempo que perder a la hora de acometer con determinación una política energética común y un mercado interior único de la energía en Europa, dotado de las interconexiones necesarias entre los estados miembros», ha señalado.
Para él, se trata de una cuestión de interés vital para la UE en su conjunto, «una verdadera exigencia para la seguridad energética y la competitividad del continente».
El presidente del Gobierno ha considerado que la clave para ello se encuentra en la vecindad inmediata de la UE, el Mediterráneo meridional.
«El sur, con sus abundantes reservas de gas, puede contribuir a la superación de la dependencia europea del gas del este y puede ayudar a Europa en un momento decisivo», ha señalado.
Pero para que la energía del sur pueda fluir de forma efectiva al resto de Europa y compensar eventuales cortes de suministro desde el este, ha recordado que es necesario impulsar las infraestructuras de interconexión con la Península Ibérica.
Rajoy ha explicado que España y Portugal pueden servir de «puente energético» y, para ello, la Península Ibérica debe dejar de ser «una isla energética» y desarrollar con el apoyo decidido de las instituciones y los socios comunitarios las interconexiones necesarias.
«Me atrevo a decir que no hay otra forma más rápida, menos costosa y más eficaz para diversificar las fuentes energéticas e incrementar la seguridad de suministro en Europa», ha asegurado.
En opinión de Rajoy, no se trata sólo de la seguridad energética, sino también de preservar la independencia política de la UE.
«Un mercado interior con información y con transparencia sería -ha dicho- la mejor garantía de suministro, facilitaría las decisiones de inversión, amortiguaría los ‘shocks’ del mercado mundial y generaría confianza en productores y consumidores».
Y mientras no se logre, ha advertido de que «Europa seguirá jugando el partido de la competitividad internacional con una mano atada a la espalda. Depende sólo de ella -ha añadido- que compitamos con ambas manos libres».
Rajoy ha aprovechado para expresar su satisfacción por el hecho de que el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, haya fijado como una prioridad el lograr un mercado único de la energía, y ha garantizado que, en esa tarea, contará con el apoyo de España.