FUENTE: Editorial de El Economista
El Gobierno inició el lunes una nueva subasta de interrumpibilidad con dos protagonistas por causas negativas (30 millones se dejaron entre ambos). Por un lado, Alcoa es la empresa que más electricidad consume en España, por lo que tiene mucho que ganar en la subasta de compensaciones que obtiene la industria por desconectarse de la red en momentos de alta demanda.
El gigante del aluminio, con todo, ofreció precios muy altos en la puja y no cubrió objetivos. Peor es el caso de Solvay, que ni siquiera acudió a la subasta, ya que Industria la excluyó por incumplir las órdenes de suspender el consumo. Es una sanción merecida en la medida en que no es justificable que una empresa aspire a beneficiarse de las ventajas de la interrumpibilidad sin cumplir sus exigencias.