Fuente: El Expansión
La sorprendente aprobación este jueves de una enmienda del PNV y del PdCAT que deja fuera del impuesto a las energéticas las actividades reguladas tendrá varios efectos relevantes. El primero es que reducirá la recaudación anunciada por Pedro Sánchez en el Debate del estado de la nación, 2.000 millones. Y el segundo es que penalizará a los clientes que tienen la luz y el gas en el mercado libre y que ya están siendo castigados por las medidas tomadas hasta ahora por el Gobierno.
Esta enmienda, que ha salido adelante sin ningún voto en contra en la Comisión de Economía del Congreso, excluya del importe neto de la cifra de negocio -que se toma para calcular el tributo- el correspondiente a las actividades en el mercado regulado, entre ellas la comercialización de electricidad al famoso PVPC (el precio voluntario para el pequeño consumidor, el que se calcula en la subasta diaria) y la de gas con la TUR (tarifa de último recurso).
Esto supone crear un agravio comparativo entre el mercado regulado y el libre, ya que las empresas de electricidad y gas no tendrán ese coste en el primero y, por tanto, no se lo trasladarán a los clientes; sin embargo, si tendrán que asumirlo en el libre, lo que hará menos atractivos los precios que pueden ofrecer a sus clientes en este mercado.
«No tiene ningún sentido eximir de este impuesto al PVPC y a la TUR, lo único que haces es distorsionar la competencia y va a conseguir que nadie se quede en el mercado libre», opina un analista especializado en el sector. «Sí tiene sentido dejar fuera otras actividades como las redes, ya que se les fija la retribución en el BOE; ponerles un impuesto sería como el de la lotería, tiene más sentido bajarles el precio antes que pagarles más por un lado y quitárselo por otro», añade.