Fuente: Expansión
La medida temporal duraría un año y se activaría si el precio en dicho índice «llega a un nivel predefinido» que el documento todavía no especifica, aunque hace una referencia a los precios que marcó el índice el pasado agosto.
Entonces, cuando los países de la UE se apresuraban a comprar gas para llenar sus depósitos antes del invierno, el TTF marcó un récord de 349 euros el megavatio hora (MWh), precio que ha caído desde entonces hasta los 124 euros en la actualidad.
El documento, compartido en una reunión de embajadores de los estados miembro ante la UE, añade una segunda condición para activar este tope: que el aumento no se corresponda con una subida similar a nivel de mercado mundial (comparación con los precios GNL), de forma que esa limitación de precio no comprometa la seguridad de suministro.
«Para asegurar un efecto inmediato, se propone que los valores para activar el mecanismo deberían estar fijados de antemano para evitar largos procedimientos de toma de decisiones que podrían retrasar significativamente su activación y el efecto perseguido de reducir los precios», explica la Comisión.
El texto informal compartido con las capitales, que no es una propuesta legislativa, ha trascendido una semana antes de que los ministros de Energía de los Veintisiete se reúnan en un consejo extraordinario en Bruselas el 24 de noviembre.
El documento propone fijar un techo sobre el precio de los derivados de gas a un mes en el TTF, frente a actuar sobre los precios al contado «que supondría un mayor riesgo de liquidez para mercados a corto plazo y para la seguridad de suministro».