Fuente: Cinco Días
En el energético, como en el del motor, los hombres copan tradicionalmente el sector. Y es que, por ejemplo, ¿quién se sube a una línea de alta tensión eléctrica para darle mantenimiento? Ellos, históricamente, por la masculinización característica de esta profesión. Y pese a la dificultad –los perfiles técnicos son escasos en este colectivo–, Viesgo quiere que las mujeres tengan más peso.
“Trabajamos para crear, en todas nuestras estructuras, un entorno igualitario y justo, reconociendo el derecho de los trabajadores a la conciliación de la vida personal y laboral”, aseveran desde la compañía eléctrica.
La energética ofrece también, “en la medida de lo posible”, la reducción de los desplazamientos por viajes de trabajo, de las horas extraordinarias o la alteración temporal del régimen horario partido o mixto; excedencias por cuidado de familiares; el uso de sistemas de comunicación y reuniones por videoconferencia o planificación de las horas formativas en horario laboral, entre otras medidas.
Y pone a disposición, asimismo, una comisión de igualdad, que se regula en el convenio colectivo y que está formada por cinco miembros de la representación empresarial y otros cinco de la sindical. Además de un canal de denuncias llamado Whistleblower para los casos de incumplimiento del código ético.
“El código ético, el convenio colectivo y el plan de igualdad de Viesgo son garantías que regulan las condiciones de empleo de cada uno de los trabajadores, basándose en factores objetivos y profesionales”, señala Susana Alonso, directora de legal y compliance de la empresa.
Así, fomentan procesos de selección y promoción equitativos, el acceso igualitario a la formación y mantienen actualizado el protocolo de prevención y actuación sobre acoso sexual y acoso por razones de sexo, que incluye acciones especiales para proteger a las víctimas.
En 2018, de hecho, “no se ha dado ningún caso de discriminación por razón de sexo y, por tanto, tampoco han tenido que emprender acciones correctivas”, afirman. Además, 16 empleados se acogieron el año pasado al permiso parental, de los que 15 ya se han reincorporado. Dichos trabajadores seguían estando en plantilla 12 meses después de su retorno, es decir, la tasa de regreso y retención es del 100%, destaca la compañía.