El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, defiende la continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña en las condiciones que determine el Consejo de Seguridad Nuclear y añade que sólo en caso de que la reapertura de la instalación no fuera posible se plantearían una alternativa para el Valle de Tobalina, la zona burgalesa en la que está enclavada.
En una entrevista que publica Diario de Burgos, recogida por Ical, el ministro señala que sólo incumbe a la empresa la decisión o no de abrir la planta -cerrada desde diciembre de 2012-, tras la multa de 18,4 millones impuesta a Nuclenor por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. “La sanción evidencia que a criterio del regulador el cierre hecho en su día fue contrario a ley”, explica.
El ministro se dirige a los vecinos de la zona para trasladar la “plena seguridad y certeza” en la apuesta del Gobierno por la continuidad de la central por distintas razones como mantener la actividad y el mix energético, pero advierte de que la posición del Ejecutivo “siempre estará condicionada” a las consideraciones de seguridad nuclear.
“Si el Consejo de Seguridad Nuclear determina que Garoña, en determinadas condiciones que suponen inversiones adicionales por parte del operador, puede seguir funcionando durante un número de años, el Ejecutivo no va a tener ningún prejuicio ideológico”, indica. “Nuestra posición sigue siendo exactamente la misma antes en la oposición y ahora en el Gobierno”, sostiene.
En tal sentido, subraya que “siempre que se cumplan las condiciones que establezca el CNS el Ejecutivo es partidario de que continúe”, pero precisa que si se piden inversiones para aumentar la seguridad, “pues las empresas tendrán que hacerlas”. “Malo sería que el CSN pusiera sobre la mesa unos requisitos y el Gobierno no los exigiera”, concreta.
“La prioridad del Gobierno para Garoña es que la central siga abierta y sólo en el caso de que eso no llegue a ser una realidad, nos plantearíamos otras alternativas”, explica el ministro, que rechaza la idea socialista de proyectar nuevos paradores como propuesta y alternativa en la zona.
Respecto de la situación de la minería, recuerda la decisión de la Unión Europea de que todas las explotaciones que hayan recibido ayudas públicas deben cesar su actividad el 1 de enero de 2019. “No tiene mucho sentido dar ayudas a las minas para la competitividad y cerrarlas una vez que se ha logrado que sean competitivas”, critica.
El ministro avanza que el decreto de prejubilaciones y de inversión en infraestructura está pendiente del informe del Consejo de Estado y se puede aprobar antes de que finalice este mes. Las ayudas se van a canalizar en los términos pactados en 2013 entre los representantes de los trabajadores, las empresas y el Ministerio, precisa Soria.
Para el ministro, el sector de la automoción representa el paradigma de lo que es llegar a acuerdos entre trabajadores y empresas, como se ha dado en Renault, pero añade que también en Ford, Opel, Nissan, Mercedes o Iveco. Respecto de que la recuperación no se vea en la calle, explica que 2012 y 2013 fueron años de recesión, por tanto de ajustes, y que es en 2014 cuando va a crecer el país por encima del 1 por ciento después de varios años, lo que va a permitir crear empleo neto.