Sedigas, la Asociación Española del Gas, ha defendido la situación de España como puerta de entrada del suministro de gas para el resto de Europa y la fortaleza del sistema gasista español durante la «European Gas Week» (Semana del Gas europea), que se ha celebrado en el Parlamento Europeo esta semana.
La cita especializada, organizada por la iniciativa impulsada por Eurogas, «GasNaturally», tiene el objetivo de promocionar el gas natural en el escenario energético europeo.
La secretaria general de Sedigas, Marta Margarit, participó en la jornada con la exposición de la ponencia «El rol del gas en el «mix» energético» y aseguró que «una de las principales inquietudes del sector es afianzar unas buenas interconexiones con Europa». Este hecho permitiría a España ser el garante de acceso de gas y suministro al continente europeo, ha defendido la ejecutiva.
En la actualidad, España cuenta con seis conexiones internacionales —dos con Argelia (una a través de Marruecos), dos con Francia y dos con Portugal—. Estas últimas están trazadas entre Badajoz y Campo Maior y Tuy y Valença do Minho, y se trata en ambos casos de puntos de interconexión bidireccionales. Del mismo modo, las interconexiones existentes con Francia (Larrau y Biriatou) también son bidireccionales.
Tal y como expuso Margarit, el proyecto que sin duda confirmará a España en esta posición óptima de puerta de entrada del gas a Europa será la construcción del Midcat (gaseoducto que unirá España con Francia a través de Cataluña). Su puesta en marcha «aumentará la garantía de abastecimiento a Europa con gas procedente de todo el mundo, potenciará la calidad del flujo, así como la estabilidad de precios, no solo a España, sino también a Europa», concretó la responsable de la patronal del gas española.
Pero para que España se consolide en dicha posición de canalizadora del gas que entrará en Europa, «no solo es necesario crear interconexiones con suficiente capacidad, sino también impulsar desde nuestro país los tres pilares de la política energética europea: sostenibilidad, integración de mercados y seguridad de suministro», explicó Margarit a los colegas y expertos presentes en el encuentro.
Otro de los aspectos destacados por la representante española en la Semana del Gas europea es que nuestra industria gasística puede contribuir de manera determinante a la consecución de un mercado interior de la energía en Europa, cuya puesta en marcha está prevista en 2014, gracias a su «elevado nivel de seguridad de suministro».
En palabras de Margarit, «el sistema gasista español es el más diversificado y seguro de Europa», gracias a que cuenta con un mecanismo de doble entrada de esta materia prima (vía buques metaneros y vía gasoducto). A esto hay que añadir «su elevada diversificación en origen —hasta doce países proveedores—, que es muy superior a la media europea».
En 2012, el 60 % del gas natural que llegó a nuestras costas lo hizo en forma de gas natural licuado (GNL). Además, «España cuenta con seis regasificadoras operativas, que suponen el 50 % de la capacidad regasificadora europea», recordó la directiva.
Por otra parte, España goza de una posición geográfica óptima para el aprovisionamiento, al estar ubicada en el centro de las dos grandes áreas de mercado (la cuenca del Atlántico y la del Pacífico), recordó la portavoz de Sedigas.
En el ámbito de la competitividad económica, Margarit se refirió a la industria del gas como «uno de los motores económicos de España por aportar empleo (actualmente genera más de 150.000 trabajos directos e indirectos), productividad y oportunidad». Así, «es garantía de suministro para España y Europa», defendió con rotundidad la responsable.
Para concluir, se refirió a la materia prima protagonista de las jornadas como un recurso energético «limpio, seguro y eficiente». Es «el combustible tradicional más eficiente y respetuoso con el entorno», además de un aliado imprescindible para conseguir «los objetivos 20-20-20 a través del desarrollo de tecnologías específicas que impulsan el ahorro de emisiones y de energía», concluyó.