Fuente: El Economista
La Gestión Activa de la Demanda es una herramienta que puede contribuir de forma significativa a un uso más eficiente del sistema eléctrico; pero, para ello, es necesario que los organismos reguladores y los gobiernos desarrollen los mecanismos adecuados para analizar su potencial y facilitar su implantación.
En el caso de pequeños y medianos consumidores con capacidad de modulación sin que afecte a su producción, en algunos países se ha creado la figura del agregador de demanda, que coordina y gestiona la demanda de dichos consumidores y ofrece servicios de gestión de la demanda al sistema.
Se trata de comercializadores de cargas de consumo flexibles en el corto plazo y en tiempo cercano al suministro, que incorporan ofertas de subida o bajada de consumo en sus centros de control por parte de varios consumidores y ofrecen un paquete a los mercados o las subastas de los operadores del sistema.
Esta actividad se está desarrollando en los mercados americanos, donde existen empresas que gestionan los consumos de electricidad de sus clientes, ajustándolos en función de los precios horarios de la energía para proporcionarles un ahorro directo.
La agregación también es una realidad en la normativa de algunos países de nuestro entorno como Alemania, Francia y Reino Unido -éste último con graves problemas de capacidad-, que está generando un incipiente despliegue de esta figura en Europa. De hecho, esta nueva realidad ya se incorporaba conceptualmente en la Directiva Europea de Eficiencia Energética (2012/27/UE) donde, bajo el nombre de ?aggregator?, se recogía la figura de un actor con la posibilidad de aunar múltiples demandas de consumidores.
Estos intermediarios obtienen ingresos prestando servicios al sistema mediante un mecanismo similar al de la interrumpibilidad, es decir, reduciendo la demanda de sus clientes en función de las indicaciones del operador del sistema eléctrico. Posteriormente, los agregadores venden la reducción en megavatios al operador de la red y pasan estos ingresos a las empresas, quedándose con un porcentaje por sus costes de gestión y agregación.
En España, el rol de agregación de demanda se encuentra únicamente recogido en el marco normativo del vehículo eléctrico mediante la figura del gestor de cargas. Con el objetivo de impulsar una normativa que regule esta figura, diferentes asociaciones y empresas del sector han vuelto a retomar las conversaciones que hace unos años mantuvieron con Red Eléctrica para ver su viabilidad, «ya que existe voluntad y diálogo para que esto se pueda poner en marcha», ha comentado Alberto Martín Rivals, socio responsable de Energía de KPMG.
Económicamente rentable
Se ha reclamado recientemente una regulación específica para la aparición de empresas especializadas en gestión de la demanda que les permitan ahorrar en el consumo de energía y participar en los servicios de ajuste del sistema, percibiendo una remuneración a cambio.
El principal hándicap para impulsar esta medida en nuestro país es que no existe una necesidad inminente, ya que en España sobra potencia. Sin embargo, cuando el mercado lo pida, habrá que estar preparados, ya que será más barato modular que meter nuevos megavatios. Estamos en un momento de clara expansión de las renovables y el respaldo que necesitan estas tecnologías también se lo puede dar la demanda.
Pero para que un consumidor industrial, mediana empresa o doméstico considere atractivo adaptar sus consumos a los mercados, es necesario que perciba las señales económicas necesarias. En opinión de María Luisa Huidobro, consejera delegada de Villar Mir Energía, «con la estructura actual de tarifas, en la que el término fijo de las mismas supone un porcentaje tan elevado, es difícil que se perciba esta señal». En este sentido, argumenta, «deberíamos avanzar hacia una estructura dinámica de tarifas en la que éstas estén ligadas a los precios del mercado».
La representante de Villar Mir considera que para que esta actividad se pueda incorporar como un servicio más en el mercado, «es necesario que la gestión de la medida de todos los consumidores, incluidos los más pequeños, sea todo lo ágil que los contadores inteligentes permiten. Esto pasaría, incluso, por la liberalización del servicio de la medida, como ocurre en otros países europeos y la implantación ágil de medida inteligente para que los pequeños consumidores se puedan incorporar a esta actividad. También sería un elemento favorable una normativa menos restrictiva sobre el autoconsumo».
Susana Bañares, jefa del departamento de Gestión de la Demanda de Red Eléctrica de España (REE), considera que la existencia del agregador de demanda, «permitirá aflorar nuevos recursos de flexibilidad de la demanda y tendrá efectos positivos para el conjunto del sistema en el contexto del nuevo modelo energético».
En su opinión, «gracias a la agregación, se abren nuevas oportunidades de gestión de la demanda tanto para consumidores industriales de pequeño tamaño como para nuevos tipos de consumidores, como por ejemplo, del sector servicios o residencial».
Proyecto Agrega
Hace cuatro años, Red Eléctrica de España -en colaboración con el Ente Vasco de la Energía (EVE)-, lideró el proyecto Agrega, un programa piloto para la gestión de la demanda eléctrica de un conjunto de pymes del sector industrial del País Vasco, que demostró la viabilidad técnica de disponer de un producto de respuesta de la demanda mediante agregación de consumos en el sector de la mediana industria.
En el proyecto, de un año de duración y un presupuesto de unos 500.000 euros, participaron cuatro fábricas pertenecientes a los grupos industriales Fagor, Ederlan, ULMA Piping y Satuerca. Estas empresas fueron dotadas de sistemas de medición y comunicación para integrar sus consumos eléctricos en un nodo o Centro de Control de la Demanda (Cecode) de forma agregada y poner a disposición del conjunto del sistema eléctrico parte de esta demanda cuando las circunstancias así lo requieran.
Gracias a este proyecto, se pudo comprobar que no existen actualmente barreras tecnológicas importantes para el despliegue de la agregación. Sin embargo, la representante de Red Eléctrica ha señalado que, además de la mencionada necesidad de un mayor impulso normativo, «creemos que resultará fundamental que en el sector afloren iniciativas por parte de agentes que quieran desempeñar este rol para que la agregación de demanda sea una realidad que permita la utilización de forma eficaz, fiable y sencilla de nuevos mecanismos de respuesta de la demanda para el sistema».