Fuente: El Periodico de la Energía
Este miércoles será recordado como la primera comparecencia de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ante la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados. Y será recordado también este día por ser la primera vez que un ministro o ministra del ramo agita de tal manera el sector de tal manera que le ha dado un giro de 180 grados a lo que ha sido la política energética de este país durante toda la democracia.
Si no dio ocho o 10 titulares, no dio ninguno. Aunque muchas de las cosas ya las hemos ido avanzando los medios de comunicación, Ribera quiso ayer dejar claro cuáles son sus propósitos para lo que resta de legislatura. Apuesta por el cambio radical frente a las políticas energéticas del PP. Incluso a veces pecó de ese mal endémico de la política de hacer muy mal las cosas en el pasado.
Nadal culpaba un día sí y otro también al PSOE de haber engordado la factura de la luz, a base de primas a las renovables incontrolables, y ahora Ribera acusa al PP de inmovilismo y de no trabajar para alcanzar los objetivos energéticos marcados en Europa. En fin, el y tú más de siempre, en este caso, el y tú menos.
Pero son tiempos de cambio y Ribera eso lo tiene claro. Hay que cambiar las cosas. A lo mejor ayer dijo muchas cosas que luego no se cumplirán (ya se sabe cómo funciona la política) pero lo que sí es cierto es que Ribera quiere avanzar hacia esa transición energética por la que ya caminan algunos de nuestros socios, y que España, por h o por b, todavía no se había atrevido a hacerlo.