Red Eléctrica está celebrando a lo largo de esta semana en Ifema la primera subasta del servicio de interrumpibilidad del sector eléctrico, que permitirá realizar cortes de suministro a las industrias para contener los precios de la electricidad, lo que supondrá un coste de alrededor de 500 millones de euros.
La asignación competitiva de la interrumpibilidad, mediante una subasta de precio descendente, es decir, similar al de una lonja de pescado, pretende lograr un sistema más eficiente en función del precio de referencia de cada planta industrial.
Una de las principales novedades que incluye este sistema es que a partir de ahora el gestor técnico del sistema podrá utilizar el servicio también por motivos económicos.
Esto implica que las órdenes de parada para las industrias que lo ofrecen ya no dependerán únicamente de la existencia de una emergencia por un fuerte incremento de la demanda o de la imposibilidad de ofrecer la generación suficiente, sino que si los precios se disparan se podrán contener aplicando este sistema. Así, varias patronales han asegurado a lo largo de los últimos meses que este proceso generaba una gran incertidumbre, pero el gestor del sistema ha realizado una amplia campaña de comunicación antes de ponerlo en funcionamiento.
Hace dos semanas pasaron por el centro de formación de operadores de Red Eléctrica en Tres Cantos (Madrid) más de 300 trabajadores de las grandes industrias, donde recibieron formación práctica real con el sistema, los terminales, las tarjetas y se simularon distintas fases del proceso que se está llevando a cabo durante estos días.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha informado favorablemente sobre el nuevo sistema de subastas. Por su parte, Red Eléctrica ha tenido en cuenta el 100 por cien de las recomendaciones y conclusiones del organismo regulador.
Reuniones con la industria
El gestor del sistema ha hecho además un esfuerzo de comunicación, con explicaciones didácticas y flexibilidad que incluye: reuniones en diez comunidades autónomas con todos los industriales (sólo Madrid y Castilla la Mancha no respondieron al ofrecimiento); varias reuniones con AEGE (Asociación de Empresas con gran consumo de Energía) y su Junta Directiva, con las patronales del cemento, siderurgia y química. Asimismo, se han reunido con CEOE, dentro de la comisión de energía, con industrias individuales, todas y cada una de las veces que lo han pedido (Alcoa, Arcelor, Azsa, Ercros, Ferroatlantica, Química de Hernani, Portland, Gallardo, Celsa, entre otras).
Todo este proceso ha culminado, además, con una sesión plenaria a finales de octubre, en la sede de REE y una videoconferencia con todas las delegaciones territoriales en una sesión que contó con la participación de más de 300 personas, dando respuesta a más de 200 preguntas durante toda una mañana.