El jueves, durante su comparecencia en el Debate sobre el Estado de la Nación, Mariano Rajoy, presidente de España, dedicó unas breves palabras de su discurso al agitado sector energético. En concreto, adelantó que dentro de las «reformas estructurales importantes sobre las que se está avanzando para mejorar nuestra competitividad, se añadirá una profunda reordenación del sector de la energía mediante una ley que remitiremos este semestre a la cámara».
En alusión a los cambios normativos aprobados en materia energética durante su mandato, Rajoy subrayó que «si en este terreno no se hubieran adoptado medidas, la deuda acumulada habría seguido aumentando año a año, de tal manera que, en 2015, habría llegado a ser el doble de la actual».
Y es por este motivo por el que, según el presidente, se han tomado unas medidas que calificó de «primeros pasos» y que resumió en: «Suspensión de nuevas primas; reducción de costes en distribución y transporte; recorte de pagos por capacidad y creación de nuevos impuestos para el sector eléctrico».
Cabe recordar que tanto los responsables de las compañías eléctricas que operan en España como los empresarios especializados en el desarrollo de las renovables, así como técnicos, expertos y agentes relacionados con las distintas disciplinas del sector eléctrico español vienen reclamando una reforma de calado. Esta reforma se estima necesaria para garantizar un modelo sostenible para España, que acabe con los «parches» que se han ido aprobando en las últimas legislaturas y que han perjudicado de manera muy significativa la competitividad de la industria española por la incertidumbre regulatoria creada.