Fuente: El Economista
Los precios de la electricidad encadenan récords y están generando una crisis que pone contra las cuerdas la relación entre el Partido Socialista y Podemos y arriesga la recuperación económica. La situación de este mes de agosto, en el que se ha registrado una media de 105,96 euros/MWh, ha hecho saltar todas las alarmas tanto para los clientes domésticos acogidos al PVPC como para las empresas.
El crecimiento de la potencia instalada de eólica y fotovoltaica durante los últimos años, unido al estancamiento de la demanda, debería suponer una mayor presencia de tecnologías «baratas» que desplazaran a la hidráulica y el gas. Sin embargo, los precios en las horas punta de radiación solar este verano se han mantenido muy altos, contradiciendo estas previsiones.
La causa hay que buscarla en el comportamiento de la generación eólica que durante el pasado agosto ha reducido un 50% su aportación en las horas diurnas respecto a las nocturnas, aunque su aportación mensual ha sido prácticamente la misma que en agosto pasado, según los datos de Red Eléctrica.
Sin embargo, el 7 de agosto no se produjo reducción de la producción eólica coincidiendo con la abundancia fotovoltaica y el precio del mercado mayorista se desplomó en las horas diurnas, llegando casi a valores de «cero».
Por ese motivo, «el hecho de que lo ocurrido el 7 de agosto sea una excepción en lugar de la tónica habitual resulta sorprendente y debería ser investigado».
La escasez de generación eólica ha favorecido la entrada de las tecnologías más caras, como la hidráulica y el gas, que elevan los precios durante el día y que hacen que España haya resultado uno de los países más caros de Europa.
El descenso diurno de la producción eólica ha llevado a que el precio del mercado mayorista lo haya marcado el hueco hidrotérmico en el 80% de las horas. Es decir, una planta de ciclo combinado de gas o una central hidroeléctrica. La hidráulica cerró con un precio medio de 107 euros/MWh mientras que las centrales de gas lo hicieron en 112 euros/MWh, aupadas por los precios del gas y del CO2.
A pesar de la recuperación económica, la demanda de electricidad se estancó en un crecimiento del 0,4% en agosto con respecto al mismo mes de 2020. De hecho, si comparamos el dato con agosto de 2019, cae un 1,6%. Como el mes pasado, la curva de demanda se está «aplanando». En las horas valle se incrementa en un 3,5%, mientras que durante el día y en las horas punta disminuye un 1,2%.