«En los últimos años hemos cerrado unas 14 ó 15 plantas de fuel o de carbón», ha explicado Galán en una mesa redonda junto con otros directivos. «Eso suma unos 8.000 megavatios en todo el mundo», ha dicho.
«Nos quedan dos plantas de carbón en España, pero el Gobierno no nos deja cerrarlas», ha explicado el presidente de Iberdrola, uno de los directivos españoles que más tiempo lleva asistiendo a este evento, considerado como el foro económico más importante a nivel internacional.
No obstante, ha añadido, «en algún momento o en otro, el Gobierno tendrá que querer» cerrar las plantas de carbón.
El anuncio del cierre de las dos plantas que tiene Iberdrola en Castilla y León y en Asturias, y que son las únicas que le queda al grupo en todo el mundo, ha provocado un duro enfrentamiento entre Galán y el actual ministro de Energía, Álvaro Nadal.
Este defiende el carbón bajo el argumento de la seguridad de suministro. Está a punto de aprobar una nueva orden para que el Gobierno decida cuándo y cómo se pueden cerrar centrales.
Aunque Galán no ha mencionado expresamente a Nadal, sus palabras parecían tenerlo presente.
Galán ha insistido en que el cambio de paradigma en energía hacia la descarbonización es imparable, y más que como un problema, se debería ver como «una oportunidad». Ha dicho que «no se puede hacer política con la energía».
Galán ha recordado que «los países firmaron el acuerdo de París [contra el cambio climático], pero ¿Cuántos están desarrollando políticas para cumplir con los compromisos?»
Muchos Gobiernos «repiten los errores de sus predecesores y acaban pagando los consumidores y accionistas», ha rematado.