Fuente: Cinco Días
La Junta de Gobierno extraordinaria de Madrid, presidida por la alcaldesa, Manuela Carmena, aprobó este lunes el acuerdo de Madrid Central en un «día histórico» para la ciudad, en palabras de la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.
Sabanés confimó en rueda de prensa que arrancará el 30 de noviembre, tras haber sido retrasada una semana. Restringir el paso a vehículos más contaminantes con el etiquetado, dando prioridad al residente y desplegando esta zona de bajas emisiones supondrá, ha señalado Sabanés, reducir la contaminación en un 40%.
«Es una medida necesaria para una ciudad que lleva desde 2010 incumpliendo los niveles marcados por la UE», ha indicado Sabanés, flanqueada por el concejal-presidente de Centro, Jorge García Castaño, y la coordinadora general de Sostenibilidad y Control Ambiental, Paz Valiente.
Inés Sabanés ha explicado que lo primero que se encontró cuando llegó a su despacho en junio de 2015 fue un requerimiento de la UE «diciendo que no valían los proyectos presentados» para luchar contra la contaminación en Madrid, que «eran insuficientes». Daba al Consistorio un plazo de tiempo para diseñar y adquirir nuevos compromisos en favor de la preservación de la salud.
De ahí nació el Plan A, entre cuyas medidas está Madrid Central. La delegada ha subrayado que esta medida contó con el apoyo del Pleno desde el principio ya que el PSOE elevó una propuesta, que salió adelante, instando al despliegue de la APR de Centro. «El tiempo de las medidas suaves, ultrasuaves o ninguna para no molestar a nadie ya pasó», ha aseverado Inés Sabanés, que ha vaticinado que Madrid Central tendrá una «gran aceptación» en su puesta en marcha.
Madrid Central es una zona de bajas emisiones que comenzará a funcionar el 30 de noviembre. Mide 472 hectáreas y su perímetro coincide prácticamente con el distrito Centro, es decir, las rondas, los bulevares y el eje Prado-Recoletos. Este itinerario es más conocido e intuitivo que el de las actuales APR, lo que lo hará más fácilmente comprensible por parte de la ciudadanía. Agrupa las cuatro APR actuales y amplía su espacio también a los barrios de Justicia y Universidad. Funciona de forma similar a la APR, es decir, prioridad residencial y para los servicios públicos y personas con movilidad reducida
El objetivo es favorecer los modos de transporte sostenibles para proteger la salud de la ciudadanía frente a la contaminación, que causa miles de muertes prematuras en Madrid, según diversos estudios, entre ellos los de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Solo el 13% de los viajes al Centro se realizan en vehículo privado por lo que el resultado fundamental de Madrid Central será la eliminación del tráfico de paso por el distrito, que aporta contaminación y saturación a la zona, ha subrayado Sabanés.
Con su implantación se evitará un 37% de los kilómetros recorridos actuales y un 40% de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante cuyos niveles incumplen la normativa desde 2010 en Madrid. También reducirá los niveles de partículas en suspensión y no sólo en el distrito Centro sino en el resto de la ciudad. La modelización de las 30 medidas del Plan A recoge una reducción del 23% del NO2 en Madrid.
También «supondrá menos ruido, la pacificación del tráfico y la liberación de espacio público para dar el protagonismo a las personas que viven y visitan el distrito en un entorno más acogedor y sano». Además, calles como Gran Vía o Atocha están siendo reformadas para ampliar aceras y dar más espacio a la bici, ha apuntado la delegada