Fuente: Cinco Días
Los ministros de Energía de los 27 han dado comienzo esta mañana a un esperado encuentro en el que esperan acordar nuevas medidas para paliar la crisis energética que vive el continente. El reto es doble: consensuar medidas que alivien de forma inmediata los bolsillos de los consumidores sin provocar nuevas disrupciones en los suministros que llegan al bloque comunitario. Jozef Síkela, el ministro checo de Industria que oficia como líder de la reunión, ha desafiado hoy en Bruselas a los países a no perder tiempo: “Los hogares y las empresas necesitan ayuda ahora, no dentro de una semana”.
De las cuatro grandes medidas acordadas en la anterior reunión a principio de mes – limitar los beneficios de las energéticas que no dependen del gas, fijar una “contribución solidaria” para las petroleras, reducir el consumo y limitar el precio del gas –, solo tres llegan a la reunión. Las diferencias entre los países alrededor de la forma de fijar un tope al valor del gas solo se han acrecentado.
Síkela ha afirmado que esta medida no estará presente en la mesa de discusión, a la vez que ha desestimado fijar un límite exclusivo para el gas ruso, ya que «ya no representa una referencia para el bloque». La comisaria de Energía comunitaria, Kadri Simson, ha subrayado que espera que los países igual discutan la propuesta, aunque no lleguen a un consenso hoy. Mucho más franca ha sido la Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico española, Teresa Ribera, que ha reconocido que la propuesta de la Comisión «se queda corta con lo que Europa necesita»
15 países, entre ellos España, Francia y España, apoyan la medida para “mitigar la presión inflacionaria, gestionar las expectativas y proporcionar un marco en caso de potenciales disrupciones del aprovisionamiento”, según una misiva técnica que estos estados dirigieron a la Comisión. Por el contrario, los técnicos del Ejecutivo europeo se muestran prudentes respecto a cambios en este sentido, según un documento al que tuvo acceso EL PAÍS. “Medidas sobre los precios, si se realizan de forma aislada, amenazan con aumentar la demanda en vez de resolver el problema de la escasez subyacente”
Mayor acuerdo parece existir alrededor de establecer un nuevo índice de precios para el gas en Europa. Ribera ha insistido en que «la contaminación en los precios de la energía está vinculada a la referencia que utilizan los operadores». Simson ha deslizado la opción de crear «corredores de precios del gas» con los aliados energéticos del bloque.
Los precios del gas de referencia en Europa han comenzado la jornada con una leve bajada del 1%, aunque se mantienen por encima de los 200 euros. El TTF, el índice holandés, ha sufrido una semana de alta volatilidad, con un alza de más del 20% el martes tras conocerse las fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico.
Punto de largada
A pocas semanas del inicio del invierno y con un vínculo energético con Rusia en estado crítico tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream, los estados miembros de la UE se recuestan sobre los altos niveles de reserva que han alcanzado en las últimas semanas.
Al mismo tiempo, las diferentes administraciones nacionales han adoptado su propia combinación de medidas contra la crisis energética, con un gasto superior a 500.000 millones de euros de acuerdo al centro de estudios Bruegel. A esto deben sumarse el fondo de 200.000 millones adicionales en ayudas que el gobierno de Alemania dio a conocer ayer, que ya ha suscitado algunas diferencias entre los 27. El ministro de Energía de Luxemburgo, Claudes Turmes, se ha referido a las distintas propuestas locales como «una loca carrera entre los gobiernos para gastar más»