Las eléctricas con negocios en el régimen especial (renovables, cogeneración y residuos) afrontan en las próximas semanas el cierre de sus resultados trimestrales sin conocer todavía la retribución que se les aplica desde julio del pasado año.
En julio de 2013, el Gobierno aprobó, como parte de la reforma energética, un cambio en el esquema retributivo del régimen especial, que pasaba de un sistema de primas a la producción a otro basado en la garantía de una retribución razonable a lo largo de la vida útil de la planta.
Esta retribución razonable se aplica sobre unos parámetros de inversión fijados por el propio Gobierno, en función de factores como el tiempo que la planta lleva en funcionamiento o su ubicación, y que todavía no han sido aprobados.
De esta manera, las empresas continúan cobrando la retribución correspondiente al esquema de primas, aunque cuando se apruebe el nuevo esquema tendrán que regularizar los ingresos recibidos desde julio de 2013.
Este retraso en la aprobación de la normativa supone para las empresas una dificultad a la hora de cerrar las cuentas, ya que los ingresos que se anotan son estimados y van acompañados de provisiones o salvedades.
De hecho, los resultados anuales de 2013 ya tuvieron que formularse de esta manera, ya que los ingresos correspondientes a la mitad del ejercicio (desde que se aprobó la reforma energética en julio hasta el 31 de diciembre) son estimados.
Hasta ahora, la única pista para estas estimaciones es el borrador de orden ministerial enviado a las empresas y organismos consultivos en febrero, en el que se fijan los parámetros de inversión y la retribución que le corresponde a cada planta.
Estos borradores prevén un recorte retributivo global de unos 1.700 millones de euros, rechazado por todas las patronales, que afectará principalmente a la eólica (608 millones), la fotovoltaica (373 millones), la termoeléctrica (186 millones), la cogeneración (176 millones) y el tratamiento de residuos (161 millones).
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha avanzado esta semana que tanto el real decreto como la orden ministerial se aprobarán «en pocas semanas» y sin cambios significativos respecto a los borradores.
De hecho, Soria ha defendido que no puede hacer «excepciones» al recorte retributivo para ninguna tecnología, ya que esto supondría aplicar una reducción mayor a otras para alcanzar el ahorro esperado.