Los precios de la electricidad encaran un final de año altos por culpa del apagón nuclear francés, tal y como ya indicó este diario. Entre las consecuencias que esta subida está provocando en el mercado figura un hecho sorprendente, ya que por primera vez desde que existe el Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa a pagar será más alta que en un buen número de las ofertas disponibles en el mercado libre.
Existen 31 ofertas en el comparador de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia que son económicamente más ventajosas que el precio regulado de los últimos días. Habitualmente, las tarifas en el mercado libre son algo más altas que el PVPC, ya que no presentan oscilaciones de precio con el mercado, es decir, evitan repercutir las subidas de precio como las actuales, pero tampoco trasladan las bajadas que generan un fuerte incremento de la producción con renovables, como ha pasado a principios de este año.
Las 31 ofertas existentes más baratas que el PVPC corresponden a un total de 26 comercializadoras, entre las que destacan con dos ofertas cada una, Iberdrola, EDP, CHC, Alcanzia y Fortuluz.
El papel de las grandes
Las grandes empresas eléctricas también tienen un papel destacado. Por ejemplo, la oferta más barata en estos momentos la tiene Viesgo, que supone un descuento del 5,5% frente al PVPC. Iberdrola, con su Plan Estable, ofrece un descuento del 2% frente al precio regulado, donde también tendrían descuentos las ofertas de Endesa y EDP.
Si miramos las pequeñas comercializadoras, tanto Gesternova, como Factor Energía, Holaluz, Audax, Alcanzia, Nexus y Som Energía batirían también al considerado precio oficial.
En estos momentos, en el mercado libre existen alrededor de 225 comercializadoras que generan una tasa de cambio de suministrador (switching) del 11,2%, una de las más elevadas de la Unión Europea.
En el mercado doméstico se produjeron más de tres millones de cambios de comercializadora durante el año pasado, lo que supone una tasa de cambio del 10,7%, frente a países como Italia con tasas del 7,7%, Alemania con el 4,3% en 2014 o Reino Unido con el 14%, entre julio de 2015 y junio de 2016, según el Departamento de Estrategia de Negocios, Energía e Industria británico.
La situación de las centrales nucleares francesas ha provocado un incremento de cerca de 10 euros en los mercados mayoristas de España, Francia, Portugal y Alemania, lo que supone incrementos que van desde el 10% al 25% y que acaban trasladándose a los consumidores.
Esta situación también está provocando que en un momento de baja producción de energía eólica y fotovoltaica tengan que arrancar las centrales térmicas, lo que supone que el precio acaba siendo marcado por los ciclos combinados.
Con todo este escenario, la exportación de electricidad a Francia está provocando también aumentos considerables en el consumo de gas natural en España. Según los datos de Enagás, la demanda de gas para generación de electricidad crece en torno al 38% con respecto al mismo mes de 2015 hasta alcanzar una cifra de 7.300 GWh, máximo registro desde julio de 2015.
Fin del superávit eléctrico
El Gobierno además está preparando ya la memoria de la parte regulada de la tarifa eléctrica, que tendrá que hacer frente a cambios importantes por las sentencias recientes del Tribunal Supremo.
Por ejemplo, la nueva normativa tendrá que recoger las primas correspondientes a los purines, que puede suponer unos 200 millones.
La devolución a las renovables y la cogeneración de parte de la retribución no percibida durante los últimos años por cerca de 1.300 millones y que puede suponer unos 500 millones más, si bien estos se entregarán laminados en el tiempo. Así como la refacturación del margen de comercialización que significará 30 millones de euros adicionales.
Y, por ultimo, se añade tras la reciente sentencia del Supremo ahora el coste del bono social de los últimos años, que asciende a 520 millones de euros.
En total, cerca de 1.000 millones, que supondría acabar con el superávit registrado en este año y podría incluso llegar a forzar una subida de la parte regulada de la tarifa para el año próximo.
Más incertidumbres
Si el Gobierno decide cargar esta parte a la tarifa, como ya hiciera en su día con el mayor coste del gas provocado tras perder Gas Natural un arbitraje frente a Argelia, se podría acabar definitivamente con el superávit esperado para este año.
En cualquier caso seguirán abiertas incertidumbres como la decisión del Tribunal Constitucional de cargar un impuesto del 7% a la generación o los arbitrajes que se tramitan tanto en el Banco Mundial como en Uncitral y de los que podría haber noticias antes de acabar este año, según las previsiones que manejan desde los equipos judiciales inmersos en estos procesos.