Fuente: El Periódico de la Energía
Las energéticas españolas (Iberdrola, Endesa, Naturgy, Viesgo y Repsol) saben que son las protagonistas de la salida de esta crisis económica provocada por el COVID-19. Una crisis que está estrechamente vinculada a la crisis climática, y por eso, en la Cumbre ‘Empresas españolas liderando el futuro’, organizada por la CEOE, han unido energía y sostenibilidad como dos conceptos que deben ir de la mano.
Todas ellas coinciden en la necesidad de revisar la fiscalidad en la factura eléctrica, bajo la premisa de «quien contamina paga», agilizar los procesos administrativos y burocráticos para poner en marcha nuevos proyectos renovables y apoyar la transición justa. También piden que se elimine la obligación de que la inversión en redes de distribución no pueda superar el 0,13% del PIB nacional. Las compañías calculan que pueden elevar a 9.000 millones la inversión en redes en tres años para impulsar la recuperación.
Sánchez Galán (Iberdrola): «España ha perdido el tren o está a punto de perderlo en la fabricación de baterías»
«Por cada empleo que se genere en este sector se crearán 12 en otros», ha comenzado el presidente de Iberdrola, «la capacidad del sector energético es la de tener un efecto inmediato en la economía española, en la reducción de la balanza de pagos y en la creación empleos».
Para ello, Galán pide que primero hay que invertir en redes de distribución, y por tanto eliminar el límite máximo de inversión respecto al PIB, porque «se podrían generar 40.000 empleos». Además, a nivel general, el CEO de la energética considera que «con una inversión en renovables de más de 32.000 millones se podrían generar más de 90.000 empleos, sobre todo en zonas rurales».
Otro de los sectores que considera necesarios transformar es el de la climatización. «Las bombas de calor deben sustituir las calderas, su sustitución supondría 110.000 nuevos empleos además de la consiguiente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles».
El transporte es otro vector necesario en ese camino hacia la descarbonización. «Si se invierten 5.000 millones se podrían crear 14.000 nuevos puestos de trabajo, y tendría un efecto directo y muy beneficioso en la calidad del aire».
Respecto a las nuevas tecnologías, Galán ha advertido que «España ha perdido el tren o está a punto de perderlo en la fabricación de baterías», y no solo se refiere a Asia sino a los países europeos que ya están en marcha para competir en los mercados internacionales. «Necesitamos una mayor masa crítica y un mayor volumen de inversión, para crear empleo desde ya, para consolidar un tejido industrial que permita a España competir internacionalmente».
Bogas (Endesa): «La transición energética no puede olvidarse de la Transición Justa»
Para el consejero delegado de Endesa, José Bogas, el COVID-19 «nos tiene que servir para alentar a la lucha contra el cambio climático, acelerando los objetivos de la transición energética». Por eso, pide que «se apoye el tejido empresarial español, que se aumenten las inversiones a la transición energética (descarbonización, renovables, redes de distribución, electrificación) y por supuesto la digitalización, que es el fundamento para salir de la crisis económica».
La clave para todo este proceso, en opinión de Bogas, «es que economía y medio ambiente nunca deberán caminar por separado».
«No habrá recuperación económica si no cuidamos el medio ambiente. La crisis climática tiene muchas semejanzas a la crisis sanitaria, e incluso hay informes científicos que las relaciona por la pérdida de la biodiversidad en todo el mundo. La sostenibilidad tendrá que ser el concepto de salida de la crisis, además de condiciones de equidad y transparencia».
Por todo ello, el responsable de la energética señala que «es necesario acelerar y avanzar en la transición energética, debe ser una prioridad. Hacerlo aceleraría el crecimiento del PIB, pero para ello es necesario retocar las condiciones externas: reducir el artificial alto coste de la electricidad, eliminar las barreras burocráticas y agilizar las tramitaciones administrativas, acabar con las incertidumbres en la regulación, facilitar la normativa de acceso y conexión a redes, impulsar la normativa para la repontenciación de las renovables, planes de transición energética en las islas y no olvidarse de que todo se haga bajo una transición justa».
Endesa aumentará las inversiones entre 2020 y 2020 un 30%. «De los 7.500 millones de inversión, 5.000 millones se destinarán a descarbonización, 2.000 millones a electrificación y 50o millones a eficiencia».
Brufau (Repsol): «Alemania va de reputada verde pero retrasa los cierres de sus centrales de carbón»
«Lo primordial es ser rápidos y ser contundentes», ha dicho por su parte su presidente Antonio Brufau, que sin embargo ha criticado el abandono del sector industrial que ha tenido España en estos últimos años. «Los países que más han apostado por la industria son los que mejor han resistido a esta crisis. Por desgracia, en España hemos vivido un proceso de desindustrialización».
Por eso, en concreto, pide «un plan de estímulo a la adquisición de vehículos, que debería incluir a los convencionales e híbridos de media y baja gama, que son los que más utilizan los españoles, cuyos nuevos modelos son cada vez más eficientes y menos contaminantes».
«Debemos crear industria nueva pero sumando ésta a la ya existente, es uno de nuestros activos más valiosos», ha dicho.
Respecto a otros sectores, Brufau apuesta por la eficiencia energética. «Es la primera que deberíamos promover, además de la generación distribuida», y por tanto pide «que se acompañen de planes que mejoren la eficiencia en edificios públicos y privados». También ha señalado a aquellas empresas del sector que solo piden ayudas y subvenciones para desarrollarse que deberían funcionar por si solas. «Nosotros invertimos en renovables a riesgo, sin ayudas del gobierno».
El cambio climático es el motor del cambio de la economía global, pero Brufau recuerda que «en Asia se están aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero mientras que en Europa y América se están reduciendo porque se ha deslocalizado la industria. En China hay proyectadas la construcción de tantas centrales de carbón que su puesta en marcha contaminaría más que todas las que se están cerrando en Europa».
Pero en Europa no todos están haciendo bien los deberes. «Mientras España apuesta claramente por esa transición, Alemania, que va de reputada verde, retrasa los cierres de sus centrales de carbón hasta 2038, insuficiente y demasiado tarde, e incluso pone en marcha este mismo mes, una nueva».
Así que, en su opinión, «la sostenibilidad es ambiental pero también deber ser económica, es imprescindible si no queremos que se vaya la industria, porque condenaremos a las futuras generaciones a una vida mucho peor de la que hemos tenido la suerte de disfrutar nosotros».
Reynés (Naturgy): «Tenemos que mejorar nuestras infraestructuras en redes de distribución»
La digitalización y las redes de distribución son la base de la transición energética a la que se enfrenta el país. «Aquellos que hablan de ser más sostenibles son los que menos medidas están tomando», ha dicho el presidente ejecutivo de la compañía, «tenemos que mejorar nuestras infraestructuras en redes de distribución y en digitalización» aunque ha subrayado la necesidad de contar con un marco normativo y una regulación «fiables» y una fiscalidad «atractiva».
El directivo también abogó por mejorar la calidad de las infraestructuras sobre todo de distribución y transporte y por fomentar la eficiencia energética en ese camino hacia la descarbonización de la economía.
Reynés, que puso sobre la mesa la necesidad de abordar «un plan renove energético» para el sector turístico, solicitó también «concordia social e institucional» para afrontar el reto de la actual crisis.
Antoñanzas (Viesgo): «Invertiremos 1.000 millones, sin duda la inversión industrial más importante en la región Noroccidental de España»
Para el CEO de Viesgo, «el reto de la energía para el mundo que queremos incluye varios aspectos, como situar la sostenibilidad y las personas en el centro de lo que hacemos». Y extiende estos objetivos a los de Enerclub, «la lucha sobre el cambio climático es una estrategia que debe apoyarse en el papel de Europa como protagonista y líder de esta transformación, en la digitalización, en el papel del cliente y en apoyar las inversiones en I+D+i, y todo ello sin perder de vista una transición justa».
Y todo esto no se puede llevar a cabo si no hay una «regulación justa y estable, que traiga inversiones», especialmente en el sector de las redes de distribución. Por eso, coincide con Endesa e Iberdrola en que el gobierno elimine o modifique su límite asociado al 0,13% del PIB, «la principal barrera» que existe actualmente.» Pedimos que ese límite sea eliminado o ajustado y combinado con la aprobación de planes de inversión específicos acordados con las comunidades autónomas», dijo.
La transición energética va a necesitar inversiones en redes «muy potentes e innovadoras», y subrayó que Viesgo «puede alcanzar una inversión superior a 1.000 millones de euros en este periodo». «Será sin duda la inversión industrial más importante en la región Noroccidental de España», destacó.
Antoñanzas reconoce que España cuenta con una estructura empresarial del sector energético que permitirá alcanzar los objetivos del PNIEC, los 240.000 millones de inversiones de los cuales el 80% provendrá del sector privado. «Y si hablamos de competitividad no se puede olvidar a la I+D+i, la piedra angular en época de crisis, y tampoco a la transformación digital, una transformación que el sector energético ha demostrado durante la pandemia que ya está preparado para llevarla a cabo, aunque no podemos quedarnos ahí, debemos avanzar».