El portavoz de la asociación empresarial del gas no convencional Shale Gas España, Juan Carlos Muñoz-Conde, ha defendido ayer jueves la exploración de este tipo de hidrocarburos en España porque permitirá abaratar los precios del gas y mejorar la competitividad.
Durante su intervención en la jornada «Shale gas, la nueva revolución energética», Muñoz-Conde ha explicado que actualmente España cuenta con precios competitivos de gas gracias a su diversidad de suministro y que cualquier producción nacional «garantizaría mayor competitividad».
Esto beneficiaría a las «industrias altamente consumidoras de gas», como las azulejeras, e impulsaría el desarrollo de España como centro de distribución o «hub» de gas para la exportación, algo que actualmente ya se realiza a pequeña escala desde las regasificadoras.
Asimismo, ha defendido que la exploración de gas no convencional -aquel que se obtiene mediante fracturación hidráulica o «fracking»- «encaja» en España, dado su elevado nivel de infraestructuras gasistas, actualmente infrautilizadas, y a la dependencia del suministro de países que viven «momentos socialmente complejos».
Muñoz-Conde ha recordado que «España es un país muy poco explorado», con potencial de gas no convencional para 70 años de consumo según sus cálculos, de manera que aunque se encontrara «la mitad de la mitad de lo previsto, el éxito para España sería impresionante».
A nivel europeo, Muñoz-Conde ha recordado la apuesta comunitaria por la reindustrialización, algo que ya ha sido posible en países como Estados Unidos o Canadá gracias a la rebaja de los precios energéticos derivada de la producción de gas no convencional.
«El gas no convencional es una oportunidad de tener recursos nuevos, de complementar el mix» energético, ha subrayado, lo que «nos puede dar más competitividad» y más seguridad de suministro frente a crisis como las de Crimea o Egipto.
También ha insistido en que el gas no convencional se basa en tecnologías ya probadas -motivo por el que se ha desarrollado antes en países con experiencia en la industria petrolera- y que, en el caso europeo, está regulado por leyes ambientales muy exigentes.
Así, ha añadido que «Europa puede querer o no querer desarrollarlo, pero lo que es incontestable es que se va a hacer», porque el gas no convencional «es imparable».