Fuente: Cinco Días
“El sector está en plena transformación. Al final de la próxima década la industria será completamente diferente a como la conocemos hoy. La transición energética, el desarrollo de servicios de valor añadido, el mayor uso de tecnologías limpias y eficientes van a marcar la agenda de los próximos años, en donde la innovación y los nuevos modelos de negocio van a estar en el centro de las compañías”. El comentario es de Carlos Fernández Landa, socio responsable de energía en PwC, y resume en pocas palabras la revolución en la que está inmerso el sector energético.
Según un estudio de Gas for Climate –un grupo integrado por siete empresas europeas líderes en el transporte de gas, entre las que se encuentra Enagás, y dos asociaciones–, la utilización de gas renovable en las infraestructuras ya desarrolladas en Europa para sistemas de calefacción de edificios eficientes, en la producción de electricidad gestionable y como combustible en el transporte pesado, contribuiría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta niveles nulos para mediados de siglo. Además, supondrá un ahorro de 140.000 millones anuales a la región.
De forma paralela, están surgiendo otro tipo de alianzas, más asociadas al ámbito tecnológico. Repsol y Microsoft, por ejemplo, sellaron un acuerdo a finales de 2017 para apoyar a la compañía española en la transformación de su negocio.
El pasado mes, Naturgy e IBM acordaron desarrollar una estrategia de nube híbrida, que ayudará a la energética a adaptarse a la demanda del consumidor y a que este se beneficie de una “mayor transparencia y flexibilidad del consumo energético”, según describe Naturgy.