El Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió ayer la Resolución de 13 de febrero de 2013, de la Secretaría de Estado de Energía, por la que se fijan las cantidades de carbón, el volumen máximo de producción y los precios de retribución de la energía, para el año 2013, a aplicar en el proceso de resolución de restricciones por garantía de suministro. El contenido no pilló por sorpresa a las eléctricas, puesto que no varía con respecto a lo que ya se conocía, por lo que mantienen su intención de luchar para tratar de lograr que los precios que aparecen en el texto legal tengan en cuenta los nuevos impuestos energéticos como un coste más, según fuentes empresariales.
El conocido como «céntimo verde» al carbón que entró en vigor el pasado 1 de enero junto con otros tributos supone un tipo de impuesto que las térmicas están obligadas a pagar a las mineras que les aprovisionan el mineral. A este coste hay que sumar el impuesto del 7% establecido a todas las tecnologías de generación eléctrica. Ambos no están considerados en los precios de retribución de la energía publicados ayer en el BOE, al igual que tampoco aparecían en la propuesta de resolución contra la que ya se manifestaron las eléctricas ante el Ministerio de Industria y Energía. Por este motivo, las afectadas —Endesa, E.ON España, Gas Natural Fenosa, HC Energía e Iberdrola— se plantean reclamar medidas cautelarísimas o, en su defecto, cautelares, para no comprar el volumen de combustible que recoge la resolución (20.054 GWh en 2013) hasta que no se resuelva el contencioso.
Es previsible que la denuncia se presente en breve, según fuentes sectoriales a las que se hace referencia en Cinco Días, porque desde la publicación en el BOE de la resolución del carbón, Red Eléctrica de España debe incluir en su programación semanal las térmicas disponibles para que se reinicie la compra de carbón autóctono.
El Minetur difundió ayer una nota de prensa en la que señalaba que el volumen de carbón susceptible de ser quemado en 2013 será inferior (5,7 millones de toneladas) al de 2012 (6 millones de toneladas), pero cabe aclarar que en estas cifras solo se considera el mineral nuevo. Tanto este como el almacenado que también habrá de quemarse suman 7 millones de toneladas, de las que 690.000 corresponden al «stock» albergado en el almacén estratégico.
Toda esta polémica está teniendo lugar en paralelo con otra de impacto también muy considerable: la reclamación por parte de Hunosa al Grupo Alonso por la supuesta desaparición de cientos de miles de toneladas de carbón que ya habían sido compradas del Almacén Estratégico Temporal del Carbón.