FUENTE: El Periódico de la Energía
Industria se agarra a la posibilidad de que la demanda energética crezca y no tenga que compensar por el cierre temporal.
Los ciclos combinados traen de cabeza a las eléctricas y al Ministerio de Industria, Energía y Turismo. A las primeras, porque desde 2009 cada vez generan menos electricidad a través de estas centrales, y al segundo, porque no sabe qué hacer con ellos. Industria prometió a las eléctricas durante el proceso de la reforma energética que iba a tomar una decisión al respecto antes de que terminara el año. Estamos en noviembre y no se vislumbra que en el Ministerio se vaya a aprobar un decreto que cierre temporalmente algunas de estas centrales.
Es por ello que las eléctricas, cansadas del inmovilismo del Gobierno, dan un paso al frente y presionan a Industria para que adopte alguna medida. Las compañías que poseen los ciclos combinados, en su mayoría las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, EON y EDP), están hartas de perder dinero al mantener abiertas las centrales cuando prácticamente están sin funcionar.
En 2013, los ciclos combinados generaron un 32% menos que en el año anterior. La caída de producción eléctrica es abismal desde 2009. De los 78.279 Gwh que generó en ese año ha pasado a los 25.091 de 2013. En cinco años se ha reducido un 68% la producción. Y claro, a las eléctricas no les salen las cuentas con estos datos.
Cierre de Huelva
Tanto que, por ejemplo, Endesa ha pedido el cierre de uno de sus ciclos combinados. Se trata de la central de Cristóbal Colón en Huelva. Una planta con 398 MW de potencia instalada, y que en 2o13 funcionó durante poco más de 800 horas en todo el año para un total de 165 Gwh. No es de las que menos se ha usado. Según la propia Endesa, la petición del cierre de la planta se debe fundamentalmente a “la disminución en la producción de ciclo combinado en los últimos años, el descenso de la demanda, la penetración de las energías renovables y la competencia con el carbón en las térmicas”.
Desde la eléctrica que preside Borja Prado el objetivo es “concienciar al regulador de qué centrales son necesarias porque apoyan a las renovables y dan una garantía de suministro al sistema, esa es su función”, según un portavoz de Endesa en Andalucía. Confían en la eléctrica que el Gobierno saque adelante el “decreto de hibernación” que permitiría a las compañías mantener estas centrales y “usarlas cuando haya una necesidad real, una punta de consumo, para que aporten al sistema esos megavatios que se puedan necesitar en un momento”.
No es lo mismo el cierre definitivo que la hibernación. Desmantelar y cerrar una planta conlleva unos gastos que la hibernación no tiene. Los únicos gastos en el caso de la hibernación sería el de mantenimiento, mucho menor, si no se extiende mucho en el tiempo. Y la eléctrica dejaría de perder bastante dinero si solo se dedica a eso. También hay que tener en cuenta que en el capítulo de empleo, las eléctricas tendrían que afrontar una reestructuración de sus plantillas en estas centrales.
Caso de Arcos
La de Endesa no es la primera petición de cierre de una central de ciclo combinado. Iberdrola presentó en julio de 2013 la solicitud de cierre y desmantelamiento parcial de la central de ciclo combinado de Arcos de la Frontera (Cádiz) ante el Ministerio de Industria. En concreto, la compañía pedía clausurar uno de los tres grupos de este complejo energético, el número 3, que cuenta con 800 megavatios (MW) de los 1.600 MW totales de capacidad instalada de los que dispone el ciclo gaditano. Sin embargo, el Ministerio de Industria decidió denegar la solicitud de Iberdrola el pasado mes de abril.
¿Podría hacer Industria lo mismo con Endesa? Fuentes del mercado aseguran que en principio debería tomar el mismo camino, pero todo depende de si finalmente el Ministerio toma alguna medida al respecto.
Solución complicada
La solución a este viejo conflicto no es fácil. En Industria no están por la labor. Se agarran a la posibilidad de que la demanda crezca y sea necesario que el sistema tire de los ciclos combinados para cubrir parte de la misma. Pero esta teoría suena más a excusa que otra cosa, si se tiene en cuenta la actual demanda energética y las previsiones de crecimiento en los próximos años.
En el caso de que Industria decidiera aprobar el decreto de hibernación, que es lo que quieren las compañías, tendría que poner algún límite. No puede dejar abierta la posibilidad de que las eléctricas quieran acogerse a esta medida en casi todas sus centrales. Pierden dinero en la gran mayoría. Poner un límite de disponibilidad o mínimo de horas y las que no lo hayan cumplido puedan acogerse.
Además, no sería tan fácil porque depende también de donde estén ubicadas. No es lo mismo una zona donde es necesario cubrir más demanda que otra donde hay menos. Por ejemplo, los dos únicos cierres que se han pedido son en Andalucía, y no es casualidad.
La papeleta es muy complicada porque seguramente no lloverá al gusto de todos y alguna empresa se vea beneficiada más que otra. Cumplir con el principio de igualdad, equitativo, será muy complicado, sobre todo porque cada central tiene sus propias características.
Aun así, las que tendrían más papeletas son las siguientes, por el mero hecho de no haberse ni encendido en todo el año pasado. Los ciclos de Arcos 1 y 2, Castejón 2, Escatrón, Escombreras 6, Santurce 4 y Tarragona Endesa no generaron electricidad.
Las eléctricas buscan una solución a una mala planificación por parte de ellas, ya que fueron las que decidieron invertir 13.000 millones de euros en construir estas centrales. Unas plantas que el Gobierno de turno demandaba para cubrir la excesiva capacidad instalada de renovables y había que hacer de backup. La solución final no tiene fecha, aunque si Industria cumple su palabra, será antes de final de año, aunque podría retrasarla unos pocos meses.