Fuente: NIUS
- La factura de la luz será en 2021 hasta un 20% más elevada que la media de los últimos años
- Un usuario tipo, con un consumo de 3.500 MWh/año y 4,4 KW de potencia contratada, podria llegar a pagar 19 euros más al mes con la subida de los precios
- Teresa Ribera advirtió el lunes que el recibo será este año un 25% más caro que el del pasado año
Septiembre arranca con un nuevo máximo en el precio de la electricidad. Este miércoles el megavatio hora costará de media 132 euros siguiendo la escalada que llevó a agosto a convertirse en el más caro de la historia. Antes había conseguido ese récord julio y es que desde la pasada primavera el precio de la luz se ha disparado por culpa, fundamentalmente, del encarecimiento del gas y de los derechos de emisión de CO2 (lo que pagan algunas centrales eléctricas por contaminar).
Estas subidas imparables llevarán la factura eléctrica de 2021 para los consumidores que estén en el mercado regulado (PVPC) a máximos desconocidos. La ministra Teresa Ribera le puso cifras este lunes en el Congreso. Según la responsable del Ministerio para la Transición ecológica pagaremos un 25% más que el año pasado en el recibo de la luz. Con los cálculos del Gobierno la factura anual ascenderá hasta los 644 euros, frente a los 512 de 2020. Supone 11 euros más al mes para cada consumidor.
Estas cifras podrían quedarse cortas si atendemos a lo que se considera un consumidor habitual. Estamos hablando de alguien que tenga contratada una potencia de 4,4 kW y realice un consumo lineal de 3.500 kW hora al año. En ese caso, según Francisco Valverde, responsable de Renovables en Menta Energía, la factura de este año ascenderá a los 878 euros, calculado con los precios ya registrados y los que marca el mercado de futuros. Es un 34% más que los 653 registrados en 2020. Es decir, casi 19 euros mensuales más en electricidad.
Año récord, frente a año en mínimos
Este incremento es especialmente abultado porque los máximos en el precio de la electricidad se han producido justo tras un año en el que fueron excepcionalmente bajos por la caída de la demanda provocada por el covid y por una mayor generación de las renovables. Se marcaron mínimos de la última década.
“Comparar 2020 con cualquier otro año no tiene sentido. Para hacer una mejor comparativa hay que irse a los años anteriores”, dice el experto que ha calculado el precio de la factura anual desde 2017.
- Entre 2017 y 2020, el consumidor tipo pagó de media 732 euros anuales.
- Este 2021 se prevé que la factura alcance los 878 euros anuales, un 20% más.
Este récord anual sería aún más elevado si el Gobierno no hubiera tocado, a comienzos de verano, una de las tres partes del recibo de la luz: los impuestos. La reducción del IVA del 21% al 10% y la suspensión del 7% del impuesto a la generación eléctrica (que se mantendrá hasta final de año) pretendía suponer un alivio para los bolsillos de los consumidores eléctricos.
Las partes de la factura, ¿se pueden reducir?
Los impuestos que aparecen en la factura son sobre los que ha actuado ya el Ejecutivo, que no ha tocado, en cambio, el 5% del impuesto eléctrico. Actualmente suponen un 13% del total del recibo, mientras que el coste de la energía, con el encarecimiento de los últimos meses, ha pasado de ser una cuarta parte en julio del pasado año a representar ahora la mitad. La tercera pata, es la relativa a los cargos y peajes del sistema, supone ahora un tercio del total.
Este último grupo incluye los costes del sistema, como el transporte y distribución de la electricidad. “Hay quienes proponen pagar solo el precio de la energía, pero cuando vamos al supermercado no pagamos las peras solo al precio de cultivarlas, también se pagan los sueldos de los empleados, el margen del dueño de la tienda, a quien ha llevado las peras al súper. Se suman todos los costes que acompañan al producto para poderlo consumir y con la electricidad es igual. El transporte acerca la electricidad de los aerogeneradores, por ejemplo, de Lugo a Madrid. Luego la distribución toma el relevo y la acerca a tu casa con las transformaciones que hagan falta”, apunta Valverde.
Los cargos, por su parte, cubren básicamente políticas energéticas. “Cerca del 95% se destina a pagar las renovables de primera generación”, explica el experto, que considera que es en ese componente donde se ha de actuar para reducir el precio del recibo.
Una opción para abordarlo pasaría porque el Estado asumiera esa deuda, con lo que serían los contribuyentes los que pagaran ese impuesto en lugar de los consumidores de electricidad. Otro camino es el que marca una de las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno: la creación del Fondo Nacional del Sistema Eléctrico para que todos los operadores energéticos, también los de productos petrolíferos o gas licuado, financien estos costes del sistema. La tramitación de este proyecto debe realizarse en los próximos meses y pretende sacar de la factura eléctrica 7.000 millones que sufragan las energías limpias.