Fuente: El Economista
La Asociación de Productores Independientes de energía eléctrica, que agrupa a Engie, Bizkaia Energia, Alpiq y Global 3, han respondido a la consulta pública del Ministerio de Energía sobre la necesidad de regular el cierre de centrales.
El grupo considera que será necesaria la creación de un mecanismo de capacidad para asegurar la viabilidad económica de las plantas, así como la creación de un sistema de hibernación o cierre de centrales que no se consideren necesarias para el sistema en el medio plazo o definitivamente.
En el caso particular de centrales de productores independientes, la hibernación debería acompañarse de una compensación para mantenerlas en el sistema español en espera de un requerimiento futuro.
La agrupación explica que a pesar de la existencia de unos muy reducidos pagos por capacidad en este momento, no es descartable que se reciban solicitudes de cierre, temporales o definitivas, en el futuro cercano. Está previsto que en los próximos años este incentivo vaya desapareciendo y esto fuerce a las compañías a plantearse el futuro de sus instalaciones. De hecho, según los cálculos elaborados por Endesa, alrededor de 6.000 MW de centrales de gas están a punto de perder estos ingresos.
4.000 MW bajo gestión
Los productores independientes, que gestionan centrales de gas con una potencia cercana a los 4.000 MW, aseguran que solo hay una tecnología que dé el respaldo adecuado a las necesidades del parque renovable español: los ciclos combinados. Una opinión que comparten con Iberdrola que considera que el carbón no puede jugar un papel en este tipo de mecanismos en el futuro pero que difiere de la postura de Endesa o de EDP que apuestan por la neutralidad tecnológica.
Aprie recuerda en sus alegaciones un informe de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia que entre 2008 y 2016 indica que la cuota de generación de los principales grupos empresariales supera o se aproxima al 25%, lo que supera el umbral de referencia establecido por la Comisión Europea para destacar la existencia de problemas estructurales de competencia horizontal. Por ese motivo, la asociación reclama que se asegura una potencia firme y flexible y que se tengan en cuenta criterios que garanticen la competencia antes de decidir.
Las empresas consideran que el ministerio debe tener en cuenta también la capacidad de las empresas verticalmente integradas para poder resistir más y los efectos que estos podrían traer a la competencia al forzar el cierre o la hibernación de centrales con costes más competitivos.