El director general de Energía de la Comisión Europea, Philip Lowe, participó esta semana en el encuentro convocado por la Asociación Española del Gas (Sedigas) con motivo de su reunión anual, cita en la que trasladó una serie de sugerencias a los responsables del Gobierno español. Para empezar, España debe «mirar con detenimiento» el coste de las renovables, eliminar los «subsidios» al carbón y buscar un encaje a los ciclos combinados de gas en el que se valoren su eficiencia y su capacidad para servir de respaldo ante la intermitencia en contribución de las tecnologías limpias.
Desde la óptica de Lowe, las renovables podrán ser «competitivas sin necesidad de subsidios a largo plazo» de forma progresiva y matizó que el «compromiso» con estas tecnologías «también implica un compromiso con la eficiencia».
En cuanto al carbón, advirtió de que el abaratamiento de este mineral en el escenario internacional está afectando a los «progresos»realizados por la Unión Europea en su objetivo de lograr una economía competitiva y baja en emisiones de CO2. Las importaciones de gas y carbón equivalen al 3,2 % del PIB, «y van en aumento», señaló el ejecutivo comunitario.
Asimismo, consideró que el avance del carbón se está produciendo en parte en detrimento del gas, que debe tener un «lugar adecuado» en el ‘mix’ de generación eléctrica en España, dado que «tiene la flexibilidad necesaria para complementar la producción de renovables».
En cuanto a los «retos» energéticos hacia cuya consecución debe avanzar España, el responsable comunitario citó la eliminación del déficit de tarifa, así como la necesidad de «reflejar los costes» del sistema eléctrico. Adicionalmente, otro de los aspectos en los que nuestro país necesita mejorar es en el de las interconexiones internacionales, de cuya construcción se mostró partidario.