La Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables (Anpier), la Asociación de Productores de Energías Renovables (Appa), la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica (Protermosolar) y la Unión Española Fotovoltaica (Unef) han coordinado ideas, propuestas e intereses para exigir «al Gobierno que la anunciada reforma afecte a todo el sector eléctrico». En este sentido, los responsables de las patronales piden «una auditoría en profundidad e independiente de todos los costes que inciden en la factura eléctrica», ya que entienden que «hasta ahora, prácticamente todas las medidas de ajuste han recaído sobre los costes regulados, mientras que los llamados costes de energía, los que marca el mercado y que suponen el 50 % del recibo eléctrico, no han sufrido ningún tipo de recorte».
Ante esta descompensación, el frente común que integran las cuatro asociaciones sectoriales pide al Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur) que «las primas a las renovables se trasladen al término de energía para no perjudicar a los consumidores por la ficción de peajes más elevados cuando los costes de energía sean inferiores, gracias, precisamente, a las renovables».
«No puede ser que todos los ajustes se realicen sobre los costes regulados y no se analice en profundidad el irregular funcionamiento del mercado y, por tanto, los mal llamados costes liberalizados», subrayan los integrantes de Anpier, Appa, Protermolar y Unef.
Las causas del déficit tarifario
En sus argumentos para insistir en la necesidad de que el Gobierno dedique tiempo y recursos a evaluar en detalle la situación del sector eléctrico, los miembros de Anpier, Appa, Protermosolar y Unef consideran «inadmisible que se siga señalando a las renovables como responsables del déficit de tarifa, como ha hecho recientemente el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. Máxime, cuando la propia Comisión Europea y la CNE han señalado que las principales causas del déficit son la falta de competencia en el mercado eléctrico y la excesiva retribución de grandes instalaciones –nucleares y grandes hidráulicas– ya amortizadas. Las asociaciones renovables se preguntan qué ha hecho al respecto el Ministerio de Energía», recoge el comunicado de prensa conjunto que han difundido las patronales.
¿Por qué estas centrales no cobran una tarifa fija en lugar de ser remuneradas al precio que cobra la tecnología más cara?, se preguntan los profesionales del sector renovable español. Además, «tanto la nuclear como la gran hidráulica no tienen competencia posible y son gestionadas por las mismas cinco empresas que controlan más del 95 % de la generación en régimen ordinario del sistema eléctrico», lamentan. «Durante todo el año pasado, el precio medio de la electricidad ha sido de unos 50 €/MWh, cuando el precio de generación del MWh nuclear es de 20 euros, según manifestó el ministro Soria hace unos días en el Congreso de los Diputados. En los últimos diez años, este exceso de retribución ha supuesto una cuantía prácticamente equivalente al déficit de tarifa acumulado», recuerdan los responsables de este nuevo movimiento en defensa de las energías limpias.
Por todo ello, piden que el Minetur aplique «la llamada rentabilidad razonable a todos los agentes implicados en el sistema eléctrico y corrija un mercado que se muestra totalmente ineficaz».
Sobre las manifestaciones hechas por el secretario de Estado de Energía en referencia al déficit de tarifa, las asociaciones destacan que el déficit de tarifa ascendía ya en 2008 a más de 17 000 millones de euros, según datos de la CNE, «cuando las primas pagadas a todas las renovables hasta ese momento eran de 5000 millones y las primas recibidas por las tecnologías solares eran insignificantes».
Según recuerdan los empresarios de la industria renovable nacional, en 2012, por ejemplo, las primas a las tecnologías de generación eléctrica “limpias” representaron «solo un tercio de los costes regulados que, a su vez, son aproximadamente la mitad de los costes del sistema. Por tanto, si las primas representan alrededor del 17 % de los costes totales del sistema eléctrico, está claro que las renovables no son las principales responsables del problema del déficit de tarifa. De hecho, las renovables no han contribuido al déficit de tarifa el pasado año, ya que su desviación con relación a las previsiones apenas superó el 1 %».
«El déficit es la diferencia entre los gastos e ingresos previstos y los gastos e ingresos efectivamente producidos. En su origen está la decisión política de no adecuar los ingresos a los costes reconocidos y los errores de previsión del Gobierno. Así, la parte principal del déficit se ha generado por los desajustes aceptados previamente antes de la fijación de las tarifas —déficit ex ante—, con un 41 % y por la insuficiencia tarifaria acumulada antes de la liberalización del mercado en 2009, con un 31 %», explica la nota de prensa que firman los directivos de las cuatro asociaciones.
Las renovables reducen el precio de la electricidad
Asimismo, Anpier, Appa, Protermosolar y Unef destacan el importante papel que las renovables juegan desde 2004 en la reducción de costes de la electricidad «al permitir bajar significativamente el precio del término energía en el mercado mayorista, ya que ofertan a precio cero en el mercado. De hecho, hasta la fecha, las energías renovables han contribuido con un ahorro neto acumulado de los costes totales del sistema eléctrico cercano a los 9000 millones de euros», continúa la nota.
Otra de las denuncias que formulan es que, hasta la fecha, no se ha exigido la liquidación de los CTC a las compañías eléctricas, que asciende a unos 3400 millones de euros, y «que tampoco se haga referencia a los enormes Ebitdas del negocio de distribución como contribuyentes significativos pasados y actuales al déficit y de los que las empresas eléctricas socias de Unesa han venido haciendo gala en sus juntas de accionistas».
Por otra parte, el cuarteto de patronales se hace las siguientes preguntas: «Poniendo en duda la prioridad de despacho, ¿prefiere el Gobierno que se vierta energía renovable primaria para importar más combustibles? ¿Y cómo se puede calificar de fogonazo y artificios la enorme contribución macroeconómica de las renovables en términos de PIB, creación o mantenimiento de empleo, ahorro de importaciones de energía y el posicionamiento de nuestras empresas ante los mercados exteriores?».
Para concluir, la información divulgada subraya que «con el desarrollo de una normativa que ahogue —más si cabe— a los inversores particulares y las empresas de renovables en España, destruyendo los principios de seguridad jurídica y confianza legítima, se pierde la oportunidad histórica de sentar la base tecnológica e industrial que mantenga un sector de futuro en España y en los emergentes mercados internacionales».