La Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) ha trasladado al Gobierno su visión sobre la reciente reforma energética, cuyos contenidos considera «inasumibles», ya que suponen «una pérdida irreversible de competitividad» como consecuencia del incremento que implica en la factura eléctrica del consumidor industrial. Ante esta situación, los integrantes de la patronal han ofrecido al Ministerio de Industria, Energía y Turismo un diálogo «constructivo» para lograr un precio de la energía eléctrica competitivo.
Desde la AEGE comparten los objetivos de eliminar el déficit de tarifa, así como el objetivo de lograr un precio de electricidad competitivo, pero inciden en que, hasta ahora, el resultado de las políticas emprendidas desde el Ejecutivo ha sido un incremento de la factura eléctrica del consumidor industrial, lo que se ha traducido en que exista en España una diferencia de precios respecto al resto de países de la Unión Europea muy significativo. De hecho, se han alcanzado máximos históricos en nuestro país, con un diferencial de 10 euros por megavatio/hora (MWh) frente a la UE, un margen que lastra la competitividad de la industria española, que no puede repercutir esa subida en los precios de sus productos.
Sin embargo, los responsables de la Asociación de los grandes consumidores de energía opinan que el mayor impacto de la nueva regulación puede producirse por la propuesta de orden por la que se regula el mecanismo competitivo de asignación del servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad (SGDI), que, de aprobarse en los términos actuales, «significaría el cierre de un importante número de centros de producción y la pérdida de miles de empleos».
Ante esto, la gran industria reclama la necesidad de elaborar junto al Ministerio de Industria, Energía y Turismo y al operador del sistema (REE) el diseño de un nuevo modelo de gestión de la demanda que contemple tanto la prestación del servicio de interrumpibilidad como el de la modulación, prestados ambos conjuntamente en el vigente SGDI.
De esta manera, solicitan que, en un escenario en el que el Minetur ha subrayado «reiteradamente» la desventaja de la industria española por el alto precio de la energía y ha hecho suyo el objetivo de la Unión Europea de alcanzar un 20 % de participación de la industria en el PIB, se desarrolle «un modelo energético que fomente la productividad de la gran industria española».