Fuente: Financial Times
Centrica, el propietario de British Gas, ha advertido de los altos precios provocados por una crisis global de abastecimiento, que podría elevar las facturas de los hogares y obligar a negocios intensivos en energía de Reino Unido y Europa a limitar la actividad este invierno.
Los precios del gas natural alcanzan ya niveles récord para esta época del año, cotizando a unas cinco veces su nivel en 2019. Se teme que los países europeos puedan sufrir problemas de abastecimiento este invierno, cuando la demanda es más fuerte, ya que los proveedores de gas no han podido llenar los depósitos
durante el verano.
Cassim Mangerah, responsable de comercialización de energía en Centrica, advierte de que un invierno largo o especialmente frío podría provocar una subida de los precios, lo que dejaría a algunas empresas que consumen mucha energía sin otra opción que limitar la producción.
“Nunca habíamos visto una situación de los precios como ésta. Si no se puede atraer oferta, la única alternativa es reducir la demanda para equilibrar el mercado”, explica Mangerah.
“Si este invierno hay escasez de oferta, la otra forma de equilibrar el mercado es a través de la actividad económica. Si los precios son realmente elevados, algunas empresas dependientes del gas en Reino Unido y Europa podrían decidir simplemente no producir”.
La advertencia plantea la perspectiva de un invierno complicado si los altos precios obligan a las industrias a restringir la producción o a cerrar fábricas, con el telón de fondo de una pandemia persistente y el temor a un nuevo aumento de los casos de coronavirus este invierno.
Tom Marzec-Manser, analista de la consultora energética ICIS, señala que la situación del suministro “ha empeorado en lugar de mejorar” para Reino Unido y Europa durante el verano.
“Por eso los precios siguen subiendo”, explica. “No es inconcebible que las industrias reduzcan la producción en Reino Unido y la Unión Europea, aunque si ocurre puede ser sólo por un corto tiempo justo en el pico de la demanda de invierno”.
El Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial británico indicó que Reino Unido cuenta con “fuentes de suministro de gas muy diversas”, pero añadió que la “exposición del país a la volatilidad de los precios mundiales del gas subraya la importancia de nuestro plan para construir un sólido sector nacional de energías renovables”.
El organismo ha animado a los consumidores a “comparar” las tarifas más baratas y tiene previsto probar el cambio automático para los hogares que se hayan acogido a tarifas más altas. El gas natural, ampliamente utilizado en la generación de electricidad, así como en la calefacción y para usos industriales, ha tenido una gran demanda mundial en 2021. Un invierno largo en Europa y Asia agotó los niveles de reservas, mientras que los países priorizan cada vez más el uso del gas frente al carbón por las emisiones de CO2 más bajas que produce al quemarse. Países asiáticos como Japón, Corea del Sur y China han aumentado las importaciones de gas natural licuado (GNL), que puede transportarse en buques cisterna y ha contribuido a globalizar un mercado que antes dependía más de los gasoductos y de los vínculos con el petróleo para fijar los precios.
Pero la fuerte demanda ha continuado durante el verano debido a las altas temperaturas en Asia, que han impulsado la demanda de aire acondicionado, y a la presión medioambiental ejercida por un mayor número de países para reducir su dependencia del carbón.
“Europa y Reino Unido tienen actualmente suficiente gas para satisfacer la demanda diaria, pero no hay bastante para llenar los depósitos”, explica Mangerah.
“Si se produce un invierno largo y frío, basándonos en la situación actual, podríamos tener un problema. Tendríamos que conseguir GNL casi sin importar el precio para asegurarnos de que pueda satisfacerse la demanda”.
Un invierno más suave o más corto podría hacer bajar los precios del gas, pero existen problemas de suministro a más largo plazo.
Rusia, el mayor exportador de gas a Europa, ha sido criticado por enviar menos suministro este año, antes de la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2 a Alemania. Gazprom, el monopolio ruso de gasoductos, indicó la semana pasada que la puesta en marcha del Nord Stream 2 a finales de este año no aumentaría inmediatamente el suministro previsto a Europa.
En Reino Unido y Europa, el aumento de los precios del carbono, que eleva el coste del uso de combustibles contaminantes para las eléctricas y la industria, también ha impulsado en ocasiones la demanda de gas. Los precios del carbono en la UE duplican el nivel de antes de la pandemia y el contrato similar de carbon pos-Brexit de Reino Unido está en niveles parecidos.
“En el pasado veíamos más cambios de combustible: si los precios del gas eran demasiado altos, las eléctricas cambiaban al carbón”, explica Mangerah, de Centrica. “Pero hoy en día esa no es una opción, dado el elevado precio del carbono y la eliminación progresiva de la producción de carbón en Reino Unido”.