La dependencia energética del exterior de España alcanzó el 86% en 2012 debido al aumento del uso del carbón y a la mayor importación de petróleo, mientras que las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía primaria aumentaron el 6%, según el Informe 2013 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad, elaborado por Cátedra BP.
En concreto, España emitió el pasado año 258 millones de toneladas de CO2 y generó un valor añadido de 32.200 millones de euros, que se reduce por el aumento del gasto en energía primaria y por el aumento de los costes externos del sector.
Por ello, la entidad ha concluido que la sostenibilidad del sistema energético español ha empeorado y ha subrayado que «desgraciadamente» no existe ningún indicador de sostenibilidad en el sistema energético español que muestre una evolución favorable.
El estudio destaca además que los precios finales de la energía en España aumentaron un 10% para los consumidores domésticos y un 7% para los consumidores industriales.
Por otro lado, señala que el transporte sigue siendo el sector que más energía consume, con un 24%, y el que más emisiones de CO2 causa, otro 24%, por lo que es prioritario en cuanto al diseño de políticas sostenibles.
Finalmente, Cátedra BP asegura que el modelo energético español «continúa presentando importantes desafíos» y que «sigue sin contar con una política energía estable».
En este sentido, ha apuntado que es clave «contar con un marco regulatorio estable que otorgue la prioridad requerida a las políticas de ahorro y eficiencia energética y a la reducción de costes de las energías renovables, que regule las emisiones difusas de CO2, y sobre todo, que aporte una visión de largo plazo que permita formular políticas estables y sostenibles».