La demanda total peninsular de energía eléctrica alcanzó los 122 867 millones kWh entre enero y junio de este año, lo que supone un descenso del 3,8 % respecto al consumo registrado durante el mismo periodo del año pasado. De este consumo, el 48,8 % fue cubierto por productores acogidos al régimen especial (energías renovables, cogeneración y gestión de residuos), según datos aportados por la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa).
Sin tener en cuenta el 29 de febrero de 2012, se habría registrado una caída de la demanda total peninsular del 3,3 %, aclara el boletín de coyuntura eléctrica publicado por la patronal.
Por otro lado, el mercado peninsular de energía eléctrica cubierto con energía generada en el régimen ordinario se elevó a 65 868 millones de kWh en la primera mitad de 2013, lo que supone un descenso del 18,7 % respecto a los datos obtenidos en el mismo semestre de 2012, aunque, según Unesa, si se excluye el 29 de febrero de 2012, el descenso habría sido del 18,1 %.
Dicha energía representa el 53,6 % de la demanda total peninsular del periodo citado, una vez tenidos en cuenta los intercambios internacionales y la conexión con Baleares, o un 52,4 % sin considerar estos conceptos. Por otra parte, los técnicos de la asociación que preside Eduardo Montes destacan que la demanda peninsular en el semestre analizado fue de 122 867 millones de kWh, un 3,8% menos que en el mismo periodo de 2012.
El 46,4 % restante fue cubierto por la energía generada por los productores del régimen especial (un 47,6 % de la electricidad, si se excluyen también los intercambios internacionales y la conexión con Baleares), el saldo de los intercambios internacionales de energía eléctrica y el enlace Península-Baleares.
En lo que va de año, la electricidad aportada por las instalaciones del régimen especial creció un 14,3 % respecto al mismo periodo del año anterior, que produjeron 59 913 millones de kWh, lo que supuso el 48,8 % de la demanda total peninsular.
En los seis primeros meses de 2013, la generación bruta aportada por las tecnologías del régimen ordinario ascendió a 72 617 millones de kWh, lo que representa un descenso del 17,1 %. Por tipos de centrales, la electricidad generada mediante la quema de carbón, fuelóleo y gas descendió un 51,5 %, hasta los 23 034 millones de kWh, y la nuclear cayó un 7,0 % (hasta los 28 220 millones de kWh), mientras que la de origen hidroeléctrico aumentó un 119,6 % (hasta los 21 363 millones de kWh). Si se descuenta que el año pasado fue bisiesto, el descenso de la producción bruta se habría situado en el 16,5 %.
La diferencia entre la producción bruta y la energía destinada a abastecer el mercado se debe a los consumos propios de las centrales y al consumo en bombeo, matizan los expertos de Unesa.