La futura normativa de autoconsumo prevé que los autoconsumidores puedan recuperar sus excedentes de generación -la electricidad que no consuman instantáneamente y que viertan en la red- en distinto momento al que éstos se produjeron, durante el plazo de un mes. Pero si su autoproducción supera su demanda en ese plazo, regalarán la energía sobrante al sistema. Es decir, la compensación de los excedentes permitirá ahorrar en la factura, pero no obtener un ingreso económico.
Los autoconsumidores también tendrán la posibilidad de vender su excedente de energía, bien al precio del mercado mayorista de la electricidad -también conocido como pool-, bien al precio que acuerde libremente con su comercializadora, pero entonces no podrán acogerse al sistema de compensación simplificada que contempla la futura normativa.
Este mecanismo es una variante del denominado balance neto llamada facturación neta en la jerga sectorial. El primero, originario de EEUU, permite intercambiar energía con el sistema, de modo que por cada kWh que no se consuma instantáneamente y se vierta en la red se puede consumir otro kWh de la red en otro momento, cuando sea necesario. La segunda es similar, pero a la hora de abordar el intercambio de energía tiene en cuenta su precio, tanto en el momento de la generación como en el momento del consumo, saldando la diferencia.
La variante española de la facturación neta establece que sólo se pueden acoger a ella las instalaciones de energía renovable, con una potencia inferior a los 100 kW, que no reciban ningún tipo de retribución regulada por su producción, y que dispongan de un único contrato de suministro para consumo y servicios auxiliares.
La compensación sólo afectará a la energía, es decir, el autoconsumidor seguirá abonando los peajes que le correspondan como consumidor cuando consuma de la red y que se incluyen mayoritariamente en el término fijo del recibo. El precio de la energía a compensar será el pactado por el autoconsumidor y la comercializadora, o, si se tiene contratada la tarifa regulada -el PVPC-, al precio que marque el pool en cada momento.
Sistema de ahorro y eficiencia
La compensación está concebida como un mecanismo de ahorro y eficiencia energética y no permite la obtención de un ingreso dinerario en la factura. El saldado podrá producirse durante un mes, pero si vence este plazo y la energía vertida en la red supera a la demanda registrada durante el período, el excedente se regala al sistema, es decir, límite de la compensación es el valor de la energía horaria consumida.
«Utilizando datos reales, el modelo desincentiva el sobredimensionamiento de las instalaciones, ya que el óptimo económico se encuentra en la maximización del autoconsumo instantáneo con vertidos puntuales de excedentes, porque cada kWh de autoconsumo instantáneo ahorra el importe íntegro del término de energía, mientras que en los excedentes compensados el ahorro se limita, como mucho, al coste de la energía más los servicios de ajuste que se incluyen», señala Pablo Corredoira, socio director de la consultara HazEnergía.
Para obtener un ingreso económico con los excedentes del autoconsumo, el prosumidor debe acogerse a una modalidad diferente, denominada venta de energía a la red, que valora la electricidad siempre al precio del pool, incluye el impuesto del 7% a la producción -ahora suspendido temporalmente- y el peaje habitual de la generación -de 0,5 euros por MWh-, además de tener que darse de alta como productor, asumiendo sus obligaciones, como contratar un representante y hacer las ofertas correspondientes al mercado.
La compensación, por otro lado, se puede efectuar de un modo compartido, incluyendo a varios autoconsumidores, de modo que se minimicen los vertidos puntuales a la red al aumentar los consumos instantáneos.