Fuente: El Periódico de la Energía
La industria de la cogeneración vive en un estado de incertidumbre. A poco menos de un mes para que se cambie la retribución a la operación de los próximos seis meses, desconoce cuál va a ser la regulación o la metodología que se va a emplear para su cálculo y lo que es más importante, el importe resultante.
«Nunca ha habido tanta incertidumbre para la cogeneración como hasta ahora», explica a este diario Javier Rodríguez, director general de la patronal Acogen, «después de que en enero se cambiara toda la metodología de cálculos en la retribución, la que hay en vigor no se puede aplicar porque han cambiado el sistema. No podemos hacer ni una estimación de cuánto recibirá por la operación y por lo tanto, los industriales no pueden hacer previsión de gastos o costes».
Y el problema es que a partir del 1 de julio debe entrar la supuesta retribución que reciban las más de 600 industrias que emplean la cogeneración para fabricar el 20% del PIB industrial del país, pero a día de hoy desconocen cuál va a ser. «La situación es muy complicada, estamos en una absoluta e impropia inseguridad sobre la retribución regulada de la electricidad que genera esta industria, y que representa el 11% del total, en un momento especialmente sensible».
Acogen reclamó hace dos meses al Ministerio de Transición Ecológica, que es quien tiene esta competencia, medidas para ajustar la regulación de la cogeneración ante las emergencias de la crisis sanitaria y la situación de los mercados. Sin embargo, aún no ha comunicado su decisión. «El Ministerio, el regulador, una vez tras otra, incumple sus obligaciones básicas de promulgar cada 6 meses nuestra retribución, lo que supone un enorme riesgo económico con amplia replicabilidad en los momentos tan difíciles que vivimos las industrias y especialmente algunos sectores calorintensivos», señala.
Y eso que reconoce que hace un mes hubo reuniones muy positivas con los equipos técnicos donde se pudo constatar que hay necesidades patentes sobre la mesa y que existen soluciones factibles, viables y sencillas para solventarlas. Pero, de momento, siguen paralizadas. Y así, cientos de industrias claves para el país siguen esperando respuesta en medio de una creciente incertidumbre.
«El problema es que esa retribución se ha convertido ahora en esencial para nuestra industria por los bajos precios del mercado eléctrico», continúa el responsable de Acogen, «no sería de tan vital importancia si el precio del pool estuviera entorno a los 40 o 50 euros/MWh y no a los 20 euros/MWh actuales, porque no se dependería de esa retribución para saber si sobrevivir como industria o tener unas pérdidas de consecuencias irreversibles».
La incertidumbre, de hecho, dice Javier Rodríguez, puede marcar la diferencia entre producir o no, entre hacerlo con números verdes o correr el riesgo de que sea en rojos. «Queda menos de un mes para conocerse y ni siquiera se ha enviado un borrador a la CNMC, así que ya vamos tarde, y probablemente se tenga que aplicar esa retribución con carácter retroactivo».
La patronal pide una mayor sensibilidad o prioridad para con los cogeneradores. «Hay subsectores que van bien pero otros han sufrido una caída de su producción de hasta un 50%. Industrias como el papel, la química, la alimentación están funcionando a un buen ritmo pero no es el caso de las refinerías, el sector del automóvil, los aluminios, las cerámicas, o los tableros».
Aún así se muestra optimista con la recuperación de todo el sector: «en el mes de mayo la cogeneración produjo un 17% menos que en el mismo mes del año pasado pero la tendencia es de recuperación a niveles actuales del 13%», por eso, espera que «no se añada más incertidumbre por parte de la regulación, bastante difícil está siendo volver a las cifras de antes, no se puede pedir que se produzca a ‘tumba abierta’ sin poder hacer cálculos de cuánto van a recibir por la venta de electricidad», concluye.