Fuente: El Economista
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia ha aprobado las circulares de retribución para la distribución y transporte eléctricos en su consejo de este miércoles. El visto bueno se ha conseguido gracias a la mediación realizada por el presidente del organismo, José María Marín Quemada, porque en las reuniones celebradas el pasado martes se mantenían las discrepancias entre los consejeros.
Según indicaron fuentes consultadas por este diario, el ajuste planteado por el organismo se suaviza para Red Eléctrica en lo relativo al plazo de extensión de la vida útil de las redes. Asimismo, el ministerio será el que fije el límite máximo de inversión en redes.
Para la distribución, se mejora el componente gestionable de la retribución de la actividad de distribución (COMGES) que engloba los pagos por operación y mantenimiento de todas las instalaciones en servicio, la retribución por operación y mantenimiento que no está directamente ligada a los activos eléctricos recogidos en las unidades físicas y la retribución del IBO que no se corresponda con despachos ni terrenos.
Para valorar el impacto de la aplicación del citado término en el periodo 2020-2025, se ha procedido a comparar el resultado de aplicar la metodología establecida en el Real Decreto 1048/2013 para el cálculo de la retribución del ejercicio 2020, empleando la nueva tasa de retribución propuesta por la CNMC, y la información de los planes de inversión declarados por las empresas distribuidoras.
La propuesta, sometida a consulta pública por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, planteaba recortes en las actividades de distribución y transporte de electricidad para el periodo regulatorio comprendido de 2020 a 2025.
Según las memorias que acompañaban a dichas circulares, el impacto económico para todo el periodo regulatorio sería del 7% para la actividad de distribución de electricidad sobre una retribución anual inicial de 5.455 millones de euros y del 8,2% para el transporte de electricidad sobre unos ingresos iniciales de 1.656 millones de euros anuales. En términos absolutos el recorte rondaría los 3.000 millones de euros, pero ahora esta cantidad se reducirá, aunque por el momento no hay estimaciones de cuanto.
Según la CNMC, la bajada es menor en el caso de la electricidad que en lo planteado para el gas -que se verá la próxima semana- porque «seguirá creciendo significativamente la inversión», mientras que, en el caso del gas, «no se prevén inversiones importantes».
Las únicas cifras en positivo son las que el organismo regulador aplicará por primera vez al operador del sistema eléctrico (REE) que contarán con una metodología que se fijará cada tres años -de 2020 a 2023 para REE en base a la necesidad de «dar transparencia y seguridad jurídica al operador y a los consumidores que soportan el coste de su actividad», argumentan desde la CNMC.