Un estudio de la CNE, a partir de una muestra aleatoria, ha determinado que alrededor de 82.000 cambios de suministro de electricidad o gas en 2010 se realizaron sin que se hubiese acreditado suficientemente el consentimiento de los usuarios. Según el organismo regulador, esta cifra, que equivale al 3,1% de todos los cambios producidos en ese periodo, es un número lo suficientemente relevante `para tomar medidas regulatorias que definan mejor el cambio de suministrador.
En general, los problemas encontrados se pueden englobar en dos categorías. En la primera, la documentación aportada por los comercializadores para acreditar el consentimiento expreso del consumidor no es suficiente para demostrar la voluntad inequívoca del usuario. Según la CNE esto se debe a la falta de concreción en la regulación sectorial respecto a la documentación necesaria para la acreditación.
La segunda categoría incluye aquellos casos en que los cambios son realizados sin consentimiento y reconocidos por el comercializador, que pone de manifiesto “un problema interno de gestión de la documentación por parte de comercializadoras y sus fuerzas de venta”
Como solución, el regulador propone que se desarrolle una regulación que articule los procedimientos de cambio de suministrador y que concrete las obligaciones del comercializador en estos casos (entre otras, las responsabilidades y consecuencias de un cambio de suministrador sin consentimiento). También pide que se expliciten los derechos de los consumidores y que se desarrollen normativas que determinen cómo se acredita el consentimiento expreso por parte del consumidor.
En caso de que dicha situación persistiera, la CNE valoraría la apertura de un procedimiento con este expediente y las problemáticas detectadas.