Fuente: El Economista
Podrán acertar o equivocarse, pero lo que está claro es que los expertos que realizan la previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) no se andan con rodeos. En esta ocasión, el organismo ha publicado un informe mensual en el que rebaja el optimismo que reina en los mercados desde que se produjo el anuncio de Pfizer sobre la efectividad de su vacuna. La AIE ve la vacuna como algo lejano, que no implicará una mejora en el mercado del petróleo durante lo que resta de año y la primera mitad de 2021 (aunque sí en la segunda mitad de ese año). En el más corto plazo, la AIE advierte de que los fundamentales no pueden apoyar los precios porque la oferta está creciendo con fuerza mientras que la demanda baila al son de los confinamientos.
«En el corto plazo, las malas perspectivas de la demanda de petróleo y el aumento de la producción en algunos países, por ejemplo, Libia (la producción ha aumentado desde 100.000 barriles a un millón de barriles diarios (mb/d) en agosto), Irak y Estados Unidos (recuperándose de los huracanes), sugieren que los fundamentales actuales son demasiado débiles para ofrecer un apoyo firme a los precios», reza el informe publicado este jueves. La OPEP tampoco se mostró optimista en su informe petrolero mensual.
Mercado en contango
La AIE insiste en que los precios del crudo físico (petróleo de entrega inmediata) se mantienen por debajo de los futuros y esto es una señal de que los mercados están bien abastecidos. Esta situación se conoce como contango y se produce cuando hay petróleo de sobrar para cubrir la demanda más inmediata, lo que hace que el precio del petróleo físico sea más barato que el petróleo ‘del futuro’.
Pese a todo, los futuros de petróleo para diciembre cotizan con leves alzas. El crudo de tipo Brent, de referencia en Europa, se mantienen cerca de los 44 dólares el barril. Por su parte, el crudo West Texas, de referencia en EEUU, cotiza en los 41,5 dólares y registra leves subidas.
Las proyecciones de la AIE se han revisado a la baja en lo que a consumo mundial de crudo para 2020 se refiere. El organismo calcula que la demanda caerá en 8,8 millones de barriles diarios, frente a su anterior estimación de un retroceso de 8,4 mb/d, como consecuencia de los rebrotes y la introducción de nuevas restricciones en Europa y Estados Unidos.
Algo mejor en 2021
No obstante, la agencia ha mejorado su expectativa para la demanda global de petróleo en 2021, cuando anticipa un crecimiento de 5,8 mb/d en comparación con los niveles de consumo previstos para este año, frente a su estimación de octubre de un repunte de 5,5 mb/d. En gran parte, la mejora de la demanda vendrá de China, cuya economía ha recuperado el nivel de actividad previo a la pandemia y seguirá creciendo en los próximos años.
«En 2020, la demanda mundial de petróleo será de 91,3 mb /d, que es 8,8 mb/d más baja que en 2019 y por debajo del nivel promedio de 2013. En 2021, la demanda se recuperará en 5,8 m /d, hasta 97,1 mb /d, pero aproximadamente 3 mb /d por debajo del nivel anterior a la Covid en 2019», apunta.