Fuente: El Economista
La carrera por las energías renovables está llena de récords que se baten constantemente. Y el último de ellos se lo va a llevar Japón, por construir la que será la planta solar flotante más grande del planeta. Kyocera y Century Tokyo Leasing Corporation han dado comienzo esta semana a las obras para cubrir la lámina de agua del embalse de Yamakura, en las proximidades de Tokyo, con 51.000 células fotovoltaicas.
El plan es, por un lado generar cerca de 16.000 megavatios-hora al año, a partir de su puesta en servicio en 2018. De esa forma, se podrá evitar el consumo equivalente a 19.000 barriles de petróleo, y la emisión de 8.170 toneladas cúbicas de CO2. Y generar electrididad suficiente para alimentar 5.000 hogares durante todo un ejercicio, informa el diario Independent.
Está, además, el ahorro de espacio: una planta flotante no ocupa la carísima superficie del superpoblado archipiélago nipón, al utilizar metros cuadrados que ahora sólo se usan para almacenar agua.
Por fin, la instalación solar actuará como una sombrilla, y en los meses más calurosos evitará la evaporación, maximizando la utilidad principal del embalse: almacenar agua.
Esta medida, aun siendo espectacular, no variará demasiado el balance energético de un país que importa cerca del 90% de todas sus necesidades, frente a menos del 50% de países como Reino Unido, y que al mismo tiempo pretende deshacerse -sin éxito- de sus centrales nucleares.