El Ministerio de Industria, Energía y Turismo «está viendo» que 2013 será un año igual de «complicado» que 2012 para el sistema gasista, ya que se prevén «más caídas de la demanda» y un déficit de tarifa acumulado de entre 600 y 650 millones de euros, aseguró recientemente el director general de Política Energética y Minas (DGPEyM), Jaime Suárez Pérez-Lucas, durante la reunión anual de la Asociación Española del Gas (Sedigas).
El responsable gubernamental explicó que el año ya ha arrancado con una caída de la demanda provocada por un descenso del 43 % en el gas utilizado para producir electricidad en los ciclos combinados y apenas compensada por el mantenimiento del consumo de las industrias y hogares.
Así, desde la cartera que dirige José Manuel Soria se prevé una bajada de la demanda de «en torno al 5 %» para 2013 y la generación de un déficit de tarifa de gas de entre 180 y 200 millones de euros, al que se sumarán los 300 millones acumulados y otros 150 millones procedentes de instalaciones pendientes de recibir su retribución definitiva.
«Si no se hace nada, se puede cerrar el año con un déficit de entre 600 y 650 millones», vaticinó Suárez, quien considera que esta cifra es «importante», pero también opina que está «alejada» de los 1.250 millones de desajuste que se habrían acumulado si el Gobierno no hubiese adoptado las medidas del año pasado, que incluyeron subidas de peajes de gas o revisiones de las retribuciones, subrayó el director.
Suárez no aludió a una posible subida de la tarifa del gas para compensar el desajuste, pero sí advirtió de que los precios están más altos en España que en otros países e indicó que en la subasta celebrada esta semana se marcó un precio de 34 euros por megavatio hora, cifra ocho euros superior a la registrada en el principal mercado de referencia en Europa.
Por otro lado, el reciente «Informe sobre la sostenibilidad del sector gasista»elaborado por la Comisión Nacional de Energía cifra en 882 millones el déficit acumulado hasta 2016, y espera una senda decreciente desde entonces, si bien este pronóstico es solo «una radiografía de la parte económica» y no recoge «la dificultad añadida derivada de los altos precios del gas en España», indicó el director general.
El gas natural licuado (GNL) «se está pagando al coste de oportunidad de llevárselo al mercado asiático», y esto genera una situación «extraordinariamente complicada» para España, donde «se ha roto la tendencia» y ya entra más gas a través de gasoductos que de terminales de regasificación.
Como consecuencia de esta circunstancia, se ha producido, además de una subida de precios, una mayor entrada de gas procedente de Argelia, que ha llegado a superar a comienzos de año el tope legal del 50 % de abastecimiento desde un mismo origen. «Debemos entender que se trata de una situación coyuntural», consideró en alusión a la superación de este umbral, remarcó Suárez.
El responsable de la DGPEyM también dedicó unas palabras al sector eléctrico y, en concreto, a los ciclos combinados de gas que, a su juicio, están llamados a desempeñar un papel «esencial» pese a la caída de la demanda en los últimos años.
«Si bien es cierto que el parque de ciclos combinados es superior a las necesidades del sistema eléctrico, confiamos en que la demanda mejore y en que, con el esfuerzo de todos, se puedan amortizar estas inversiones», señaló. El «único inconveniente» del gas es que «no es una fuente de origen autóctono», apuntó. Para concluir lanzó un mensaje alentador y destacó el «potencial» de España para desarrollar sus recursos no convencionales «respetando los estándares» medioambientales.