Iberdrola vinculará por primera vez el bono estratégico que reparte entre sus consejeros ejecutivos y altos directivos a la consecución de objetivos medioambientales, en este caso consistentes en la reducción de emisiones de CO2.
La definición de los objetivos para el reparto de este bonus aparece recogida en un informe incluido en la documentación de la próxima junta general de Iberdrola. De hecho, la medida será sometida al visto bueno de los accionistas.
En la propuesta, la empresa incorpora por primera ver criterios medioambientales. En concreto, el incentivo estará vinculado a la reducción de la media de intensidad de emisiones de CO2 conforme a los objetivos de Naciones Unidas.
Iberdrola considerará cumplido este objetivo si la empresa alcanza una reducción de 5% en la intensidad media de emisiones entre 2017 y 2019 comparada con la media del periodo comprendido entre 2014 y 2016. Se entenderá que este objetivo no está cumplido si no se reduce la intensidad media.
Fuente: El Expansión