Fuente: Expansión
Los grupos españoles sondean opciones, como Gas Natural con EDP e Iberdrola con Innogy, ante un gran proceso de concentración, como el de hace diez años pero con otros protagonistas.
Las grandes eléctricas españolas -Iberdrola, Gas Natural Fenosa y Endesa- están listas para poder participar en el baile corporativo que se espera en el mercado energético mundial, y en especial en el europeo, dentro de un amplio proceso de concentración.
Los expertos señalan que Europa podría vivir en los próximos meses una convulsión en el sector eléctrico, con una cadena de movimientos como la que no se vivía desde hacía una década, cuando el gigante alemán E.ON desató una guerra de opas paneuropea sobre Endesa.
Las reglas del juego (ganar economías de escala y aprovechar la abundancia de financiación) no han cambiado, pero sí los jugadores en un partido en el que las empresas españolas están ahora mejor posicionadas que hace una década frente a sus homólogos europeos. Iberdrola, que hace diez años valía una tercera parte de lo que en ese momento valía el gigante francés EDF en Bolsa, se disputa hoy el liderazgo de capitalización con la italiana Enel, que en aquel momento no pasaba del sexto puesto. Gas Natural, que en 2007 entrada a duras penas en el ránking de las ocho mayores eléctricas europeas, supera hoy a antiguos colosos como RWE. Endesa, que en 2007 era la séptima eléctrica europea, a mucha distancia de las seis primeras, ha escalado al Top 5, a pesar de no contar con sus activos en Latinoamérica, su joya de la corona.
Protagonistas
Así, los grupos españoles, que hace no mucho eran vistos como presas, hoy están en condiciones de salir de caza o, como poco, protagonizar fusiones entre iguales. En ese contexto, en el que «todos están hablando con todos», tal como reconocen abiertamente los directivos del sector, las empresas españolas han empezado a sondear opciones.
Iberdrola ha analizado los movimientos en Alemania, el epicentro desde el que se puede desatar el terremoto, tras el calvario que han sufrido los grupos germanos por el apagón nuclear decretado por el Gobierno. Tal como adelantó EXPANSION el 7 de septiembre, fuentes financieras explican que Iberdrola podría ser uno de los grupos interesados en lanzar una oferta por Innogy. Esta compañía es la filial que creó RWE con sus mejores activos. Valorada en más de 20.000 millones de euros, vale más que la propia matriz, ejemplo de como han cambiado las cosas. Innogy podría ser la primera ficha de un tablero en el que todos se miran de reojo. Antes del verano, el mercado barajó una posible operación del grupo francés Engie (antes GDF Suez), con RWE. Esta entregaría Innogy a Engie a cambio de convertirse en uno de sus principales accionistas. Como reacción a RWE, se espera que E.ON, su gran competidor en Alemania, también mueva ficha. E.ON creó Uniper, su propia filial segregada, para la que también busca opciones, con el grupo finlandés Fortum como potencial interesado.
En la nueva carrera de titanes, no puede faltar Enel, que hoy lidera el ránking de capitalización. Desde hace meses, el mercado da por hecho que Enel, que controla Endesa, venda este grupo si necesita recursos para afrontar una gran compra. Desde antes del verano, en España también se especula con una posible operación entre Gas Natural y Endesa. Lo cierto hasta ahora es que Isidro Fainé, presidente de Gas Natural, ha empezado a sondear alternativas. Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, que a través de Criteria es el primer accionista de Gas Natural, ha mantenido contactos con el primer accionista de EDP, el Gobierno chino a través de Three Gorges y otros vehículos societarios.