Fuente: Expansión
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, han protagonizado hoy en Usagre (Badajoz) el acto de colocación de la primera piedra y de instalación del panel fotovoltaico inaugural de la planta Núñez de Balboa, el mayor proyecto fotovoltaico de Europa.
La planta, con una potencia de 500 megavatios de potencia instalada, será el mayor proyecto fotovoltaico de Iberdrola en todo el mundo. Las obras de esta instalación, que tendrá una potencia máxima de conexión a la red de 391 megavatios (MW), se iniciaron durante el último trimestre de 2018, pero ha sido hoy el acto inaugural en un momento especialmente sensible desde el punto de vista energético, en España y en Extremadura. Parece que nada es casual.
Justo mañana, Iberdrola, Endesa y Naturgy, los socios de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres, deben reunirse, por segunda vez, en un nuevo intento para ponerse de acuerdo en la petición de permiso para seguir operando esta central. Los dos reactores de Almaraz son los primeros que deberían cerrarse según el protocolo que firmaron las eléctricas para proceder a un apagón nuclear ordenado. Pero las eléctricas no se ponen de acuerdo en las detalles de las condiciones del cierre. Iberdrola quiere condicionar la continuidad de las nucleares a su rentabilidad y requisitos de inversión. Endesa quiere pedir permiso para la continuidad sin condiciones a priori.
La inauguración de la planta solar de Núñez de Balboa es todo un órdago frente a la continuidad de las nucleares. La propia Iberdrola ha explicado que ahora «sitúa a Extremadura en el centro de su apuesta renovable en Europa con 2.000 nuevos megavatios hasta 2022», y que «la nueva capacidad» de la fotovoltaica que va a instalar en Usagre «supondrá duplicar la potencia correspondiente a Iberdrola en la central nuclear de Almaraz, donde tiene el 53% del capital y por lo tanto, le corresponde esa proporción en la producción. En paralelo a Usagre, se están desarrollando otros grandes proyectos fotovoltaicos y eólicos.
Iberdrola invertirá en la planta de Usagre cerca de 300 millones de euros hasta su puesta en marcha en 2020 y, en su construcción, llegarán a trabajar hasta más de 1.000 personas. Además, contará con la participación de empresas locales como Ecoenergías del Guadiana, Imedexsa, Cubillana, Elaborex y el Instituto Aeronáutico, dice Iberdrola.
Para garantizar el retorno de la inversión de este macroproyecto, Iberdrola está llegando a acuerdos privados con distintas empresas para suministrarles a largo plazo energía 100% renovable procedente de la planta extremeña. Son los denominados PPA (por sus siglas en inglés, Power Purchase Agreement). Iberdrola ya ha firmado acuerdos de este tipo con Kutxabank, que consumirá en exclusiva dicha electricidad en todas sus instalaciones y sucursales; con Euskaltel y con el grupo de distribución Uvesco (BM Supermercados).
La planta de Núñez de Balboa, tal y como ha explicado Ignacio Galán, «ocupará una superficie cercana a las 1.000 hectáreas y generará energía limpia suficiente para abastecer a 250.000 personas, cifra superior a la población de las ciudades de Cáceres y Badajoz».
Núñez de Balboa «se convertirá en punta de lanza para ratificar el liderazgo de Extremadura, España y la Unión Europea en la transición hacia un sistema energético más sostenible», ha dicho Galán.