La empresa ha inaugurado hoy una planta prototipo offgrid en La Muela (Zaragoza) con la que comienza su apuesta por el negocio de la generación eléctrica aislada.
Esta planta prototipo, que ha supuesto una inversión de alrededor de tres millones de euros, se caracteriza por combinar cuatro tecnologías -solar, eólica, generación diésel y baterías de almacenamiento energético-, y por poder suministrar energía de forma económica y limpia a zonas y comunidades en las que no hay acceso a la red eléctrica como es el caso de islas, minas o determinadas áreas rurales.
En concreto, el prototipo cuenta con un aerogenerador G52-850 kW con 816 módulos fotovoltaicos (245 kWp) y tres generadores diésel de 222 kW (666 kW), aunque está previsto que durante el verano se incorpore una batería con capacidad de almacenaje de 500 kWh/500 kW. De este modo, este prototipo generaría energía suficiente para abastecer las necesidades de 400 familias.
No obstante, el objetivo es que llegue a funcionar solo con las energías renovables antes de finales de este año, de manera que los motores diésel servirán de respaldo en los días en los que no haga sol ni sople el viento.
Este prototipo tiene más de 2 MW de potencia instalada total y es el primero que permite una combinación de cada una de las tecnologías instaladas en función de los requisitos específicos del proyecto para generar energía minimizando el consumo de diésel o bien aumentando, reduciendo o suprimiendo la capacidad de cada una de las tecnologías.
Gamesa ofrece a su vez una solución llave en mano, que comprende los servicios de construcción, puesta en marcha y operación y mantenimiento de la instalación.
El prototipo, que puede suponer un ahorro de hasta el 40% frente a los equipos tradicionales de diésel, también se caracteriza por incorporar un software de control, que ha sido desarrollado por la compañía con el fin de facilitar la integración de las tecnologías.
Con esta inauguración, Gamesa inicia su apuesta por el sector offgrid que supone en la actualidad un potencial nicho de mercado, puesto que las perspectivas de desarrollo de la tecnología rondan los 1.200 MW en los próximos años.
De hecho, se estima que alrededor de 1.200 millones de personas carecen de acceso a la electricidad, por lo que puede ser de utilidad en zonas rurales de India, sudeste asiático, África o islas como Haití o Filipinas, entre otras áreas entre las que también se encuentran selvas o desiertos.
Esta apuesta se enmarca dentro del Plan de Negocios 2015-2017 de la compañía para explorar oportunidades de negocios complementarios con la industria eólica, como la solar o el offgrid, que pueden añadir valor a la empresa a partir del año 2018 y generar un volumen de negocio de alrededor de 500 millones de euros.