Fuente: El Economista
Siemens Gamesa prevé construir un planta de almacenamiento de energía renovable en Navarra, aplicando la misma tecnología que aprovecha piedra volcánica del prototipo que inauguró la semana pasada en Hamburgo (Alemania), pero de mucho mayor tamaño y con carácter comercial. La empresa ya ha firmado un acuerdo de intenciones con Iberdrola y el Gobierno autonómico que busca materializar el proyecto a partir del próximo año.
«Estamos imitando a la naturaleza, que almacena la energía bajo tierra», comenta Antonio de la Torre, director de Tecnología de Siemens Gamesa, a elEconomista, mientas explica las características del proyecto. Si la planta de Hamburgo mide 10 metros de ancho por 20 de largo y 15 de alto, usa 1.000 toneladas de piedra volcánica, y puede almacenar 130 MWh de energía térmica durante una semana, la que planea en Navarra será más de 10 veces más grande y podrá almacenar más de 1 GWh de energía.
Además, ya no será una instalación de demostración, sino plenamente comercial y con una vida útil estimada en 30 o 40 años. De la Torre apunta que sus costes, gracias a la escala alcanzada, deberían estar por debajo de los 100 euros por MWh, una cantidad que ahora no está al alcance de ninguna tecnología de almacenamiento a gran escala, excepto la hidroeléctrica.
Usos térmicos y eléctricos
El sistema desarrollado por Siemens Gamesa está pensado para almacenar térmicamente la electricidad generada con renovables intermitentes, como la eólica o la fotovoltaica, y convertirla nuevamente en electricidad para devolverla a las redes cuando sea necesario, pero también puede aportar el calor a procesos industriales. De hecho, la empresa tiene otros dos proyectos en ciernes en Europa y uno de ellos es para usos térmicos.
En el caso de Navarra, aún no está decidida la finalidad de la planta ni su ubicación. La empresa, Iberdrola y el Gobierno foral su vicepresidente, Manu Ayerdi, asistió a la inauguración de Hamburgo han formado un grupo de trabajo para analizar las opciones, en el que también participarán representantes de la industria local interesados en sus posibilidades térmicas con vistas a la descarbonización.
La última palabra la tiene, no obstante, Iberdrola, que, según indica a este periódico, está estudiando la tecnología para poder sacarle el máximo provecho. La eléctrica tiene de plazo hasta final de año para aprobar finalmente su construcción exigirá al menos un año de obras y su finalidad.
Siemens Gamesa, en todo caso, incorporará la tecnología en su oferta de servicios, buscando aportar soluciones de carácter integral al mercado de las energías renovables.