Fuente: El Mundo
La crisis en el mercado francés coincide con la presión por parte del Gobierno español para impulsar su «isla energética» y lograr el permiso de Bruselas para adoptar medidas de intervención en el mercado eléctrico. El principal argumento de España es precisamente su escasa capacidad de interconexión con Francia.
El mecanismo diseñado por el Gobierno de Pedro Sánchez abre la puerta a limitaciones en la exportación de electricidad a Francia y fija un precio frontera diferente en la interconexión para evitar distorsiones de precios. Esto perjudicaría a Francia, ya que las diferencias del precio de la luz entre mercados se harían aún mayores. España ha propuesto a Bruselas limitar el precio del gas a 30 euros el coste del gas utilizado para generar electricidad, lo que supondría reducir a la mitad el precio de la luz.
La propuesta del Ejecutivo no gusta a las eléctricas españolas. Éstas consideran que establecer reglas diferentes para España puede penalizar el atractivo para invertir en el país al aumentar la inestabilidad regulatoria. «La actual crisis energética es un problema europeo, no español. La respuesta debe ser europea y pasar por acelerar la inversión en renovables para reducir la dependencia energética frente a terceros países», ha avisado este mismo lunes el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, durante su participación en el foro empresarial Weak Up.
El veterano empresario ha enfatizado en que España ocupa tradicionalmente el primer puesto de inseguridad jurídica en los ránking elaborados por bancos como BNP. Esto, a su juicio, lastra la financiación y acaba frenando el desarrollo de proyectos ‘verdes’.