El presidente de Red Eléctrica de España, José Folgado, aseguró que el consumo eléctrico de la industria está consolidando su recuperación pese a que fluctúa según los meses, pero sigue «claramente en una senda positiva».
Folgado, que se pronunció así tras ser recibido por el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, en el Palau de la Generalitat, afirmó que esa recuperación del consumo eléctrico no es «rectilínea», aunque indicó que buena parte de la industria está creciendo «de manera sustantiva», sobre todo, para la exportación.
En el mes de abril se desaceleró esa demanda respecto a marzo, pero aún continuó en positivo, según el presidente de Red Eléctrica, quien destacó que España «está demostrando al mundo lo que significa» la actividad empresarial y salir a vender a otros países en los momentos actuales.
«No es sólo un tema de reformas económicas, también de empresas», según Folgado, quien destacó que «The Economist» señaló en su último número que las reformas que ha llevado a cabo España la han convertido en un país con un dinamismo superior a otros países «que arrastran los pies» en cuanto a reformas, y citó los casos de Francia e Italia.
Las claves de las reformas son una de las cuestiones que el presidente de Red Eléctrica abordó en una jornada de estudio para empresarios de la Comunidad Valenciana en la que participó con la ponencia «Reformismo y confianza».
Según dijo, se hicieron reformas en España en el ámbito laboral, financiero y presupuestario, y sería «muy importante» la de la educación, para «dar respuesta» a la sociedad.
En cuanto a la reforma eléctrica, subrayó que se han hecho los deberes en la línea de adoptar medidas para reducir el «enorme» déficit, que han sido «duras», pero que se encaminan a establecer una estabilidad regulatoria e incentivos a la eficiencia, que han sido «muy bien» valorados por los mercados.
Todavía faltan mejoras en planificación de redes, interconexiones y dependencia energética del exterior, que debe «reducirse».
Folgado también se refirió a las relaciones entre el sector público y el privado, en las que los gobiernos representan «un papel esencial» en los bienes públicos que no debe adquirir un protagonismo tal, en su opinión, que «inhiba» la iniciativa privada.