Fuente: El Economista
Estados Unidos va a ser el primer país del mundo en alargar a 80 años la vida útil de sus centrales nucleares. Así lo ha decidido la Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos (US NRC por sus siglas en inglés), un organismo homónimo al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español. Ya ha recibido peticiones de empresas que gestionan 17 centrales para poder alargar la vida útil de sus reactores.
Esta ampliación del tiempo de vida de las centrales ha sido una cuestión progresiva. Anteriormente, el organismo regulador permitía que estuvieran activas hasta los 60 años, una cesión de la que ya disponían 90 de los 96 reactores nucleares que tiene en total el país norteamericano. De estos 90, 49 ya están operando pasados sus 40 años de vida.
En principio, Estados Unidos tenía establecida como fecha límite los 40 años, igual que en España, pero como resultado de numerosos programas realizados por las centrales nucleares americanas bajo la supervisión del organismo regulador, se permitió que, bajo condiciones de seguridad, las plantas pudieran extender su operación por 20 años más.
Esta ampliación ha sido denominada ‘Renovación de Licencia Posterior’ (SLR por sus siglas en inglés), y permitirá obtener una segunda renovación de sus licencias a las centrales nucleares que así lo soliciten. El organismo regulador está en proceso de revisión de estas solicitudes y se ha comprometido a evaluarlas en un plazo de, aproximadamente, 18 meses desde la recepción de la correspondiente solicitud.
Ho Nieh, director de la Comisión de Regulación estadounidense señala que es «técnicamente posible alargar la vida útil de una planta de energía nuclear para operar hasta los 80 años», si bien añade, «siempre bajo altos niveles de seguridad».
«En nuestro país, si hay interés por parte de los operadores de las plantas de obtener licencias más allá de los 60 años, es una decisión que entendemos y para ello recopilaremos los datos necesarios para garantizar que puedan funcionar 20 años más», declara Nieh, quien predice que a las centrales nucleares en operación de todo el mundo les quedan aún entre 33 y 34 años.
Ho Nieh justifica que «poner límite de vida a todas las plantas está más relacionado con la «vida financiera» de sus componentes que con su vida técnica» y que desde el organismo seguirán cerca de los propietarios de las centrales «para que gestionen bien el envejecimiento de sus componentes».
Para asegurar que la operación de una central nuclear se encuentra dentro de unos niveles de seguridad elevados, hay varios aspectos que se deben considerar. En la reunión anual de la Sociedad Nuclear Española celebrada del 23 al 28 de septiembre en Vigo, los expertos coincidieron en que se requiere de una inspección que determine el proceso de degradación de los reactores. La vida útil de las centrales nucleares se calcula según los plazos de amortización de la propia central.
En el caso de España, donde aún operan siete centrales nucleares, esta vida útil estaba establecida por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en los 40. Sin embargo, el pasado marzo las eléctricas que gestionan las nucleares y el Gobierno llegaron a un acuerdo para ampliar su vida útil.
Cierres en España
Tras el cierre de Garoña, cuyo desmantelamiento aún está en marcha, son siete las centrales que operan en España: Almaraz 1 y 2 (Cáceres), Ascó 1 y 2 (Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara) y Vandellòs 2 (Tarragona) – ordenadas por su puesta en funcionamiento – cuyo vencimiento se fecha sucesivamente entre 2027 y 2035.
El nuevo calendario de cierres implicará llevar la edad media del parque nuclear español a entre 46 y 47 años de edad.
El Ministerio para la Transición Ecológica, la cartera de Teresa Ribera, decidió en 2018 establecer que el plazo de ampliación para las nucleares se llevaría a cabo según las necesidades del país mientras no se cubra la demanda de energías renovables.
«Las nucleares tienen una fecha de diseño de 40 años, pero eso hay que hacerlo compatible con un cierre ordenado y con las capacidades que tenemos en España. Hay que hacerlo de la mano del Consejo de Seguridad Nuclear y de acuerdo con las compañías», explicó José Domínguez Abascal, secretario de Estado de Energía. El principal problema del uso de las centrales nucleares son los residuos. En España se depositan actualmente en el cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba), que se estima que tiene capacidad de almacenaje hasta 2030. En Estados Unidos, los almacenan las propias centrales o en almacenes temporales. Los residuos de baja y media actividad tienen una vida radiactiva de unos 30 años (guantes, jeringuillas, etc.). Los residuos de alta actividad corresponden con el combustible utilizado por las centrales y desprenden calor y radiación.