Enagás está cambiando el modo en que opera en el mercado mayorista de gas (MibGas) para evitar que los precios de este hidrocarburo y, de un modo indirecto, los de la electricidad, sean más altos de lo necesario; hasta ahora daba demasiadas señales a los demás agentes, que aprovechaban para maximizar sus beneficios inflando los precios.
Cumpliendo con la normativa europea, desde el 1 de octubre, las compraventas de las comercializadoras en MibGas deben reflejarse físicamente en el volumen de gas del sistema, de modo que al cierre de las sesiones diarias las posiciones de cada una coincidan con el nivel de hidrocarburo; en la jerga sectorial se dice que tienen que estar balanceadas. En el caso de que no sea así, se les aplican unas tarifas disuasorias y, cuando los desbalances superan unas bandas de tolerancia y se amenaza el equilibrio del sistema gasista -porque falta o sobra gas-, Enagás debe actuar.
Enagás es el gestor técnico del sistema y como tal tiene que acudir a MibGas a comprar o vender gas -acciones de balance en la jerga sectorial- al objeto de recuperar el equilibrio, es decir, no comercia para hacer negocio, sino para garantizar que todo funciona correctamente; entre octubre y enero ha llevado a cabo 59 de dichas acciones, 56 de compra y tres de venta.
Fuente: El Economista