Fuente: El Periódico de la Energía
Por desgracia hace pocos días Alcoa dio a conocer sus planes de cierre de dos de sus tres plantas en España, la de Avilés y la de A Coruña. Cientos de puestos de trabajo en juego. Más pronto que tarde todos los medios nos hacemos ecos de los malvados que son Alcoa y sus dirigentes, perceptores de cientos o incluso 1.000 millones de euros en la última década. Unos 100 millones al año. ¡Qué malos son!
Este miércoles el Gobierno del PSOE firmó con el carbón el que será el último saqueo, el último robo a los bolsillos de los españoles por parte del carbón. Y a casi todos les hace mucha gracia. ¡Viva el carbón nacional! Hagamos una comparación.
El carbón, sus empresas y sus trabajadores, han estado percibiendo miles de millones de euros en los últimos 30 años. Está estimado que son unos 30.000 millones de euros por diversos motivos. Principalmente porque desde que se inició la industria minera ha sido un pozo con pérdidas, una industria que no ha sido rentable jamás pero que con las ayudas percibidas se han mantenido en el sistema.
El carbón nacional, no es un invento, es pésimo en cuanto a calidad calorífica se refiere y encima contamina más que el carbón que viene de fuera. Pero políticamente ha sido el hijo tonto del PSOE. El partido socialista ha defendido a los mineros a capa y espada y los ha regado de dinero a espuertas, se había convertido en su cautivo y ya no había vuelta atrás.
Un dinero del que muy pocos saben dónde está. ¿Quién audita las ayudas al carbón? ¿Por qué el Gobierno del PSOE, no audita las ayudas? ¿A dónde ha ido a parar todo ese dinero?
Pongámonos en el caso más extremo. Los 50.000 mineros que hubo en el momento álgido. Si se divide por los 30.000 millones, hablamos de 600.000 euros per cápita, unos 100 millones de las antiguas pesetas.
Buena parte del dinero se ha dado en los últimos años para que las comarcas mineras iniciaran su transición. Pero no se ha hecho nada. Han cogido el dinero y adiós muy buenas. Nadie pide explicaciones. Miles de millones para la reestructuración de las zonas. Y repito, no se ha hecho nada. Bueno sí, muchos trabajadores han cogido prejubilaciones de oro. Hasta los que no eran mineros.
Pero las regiones siguen su lento via crucis, su paso por el desierto, hasta su desaparición. Ahora el PSOE vuelve a firmar otro acuerdo con el carbón y lo riega de ayudas a costa de los contribuyentes y nuestra maltrecha Seguridad Social. Prejubilaciones con el 72% de la base cotizada para unos 600 trabajadores del carbón mayores de 48 años. Indemnizaciones varias y luego recolocación a los trabajadores que se quedan fuera. No son en total ni 3.000 mineros, pero claro no se les puede dejar en la estacada tras haber percibido miles de millones. Lo bien que se lo han montado algunos.
¿Por qué no lo hacen con Alcoa? ¿O con los miles de trabajadores del sector renovables que cayeron hace años? ¿O a los miles de periodistas que se llevó por delante la última crisis? Solo hay un hijo tonto y ese es el carbón. El acuerdo deja claro que no se ha hecho nada en la minería de carbón para su reestructuración. Por eso se dota ahora de un fondo con 250 millones para el que cree empleo en la zona. Sigamos comprando votos.
Además, son incapaces de dar cifras, de mostrar una memoria económica de lo que supondrá el acuerdo, porque los 250 millones del fondo son las migajas comparado con el resto de ayudas.
¿Habrá algún tipo de control con estas ayudas o se darán al libre albedrío como ha sucedido con el carbón? Habría que recordar donde está el rey del sindicato del carbón, José Ángel Fernández Villa, condenado a tres años de cárcel por robar al sindicato SOMA UGT y quedarse con dinero de otros. Se acogió a la amnistía fiscal para traerse a España 1,4 millones de euros de una cuenta de Suiza. ¿De dónde sacaría un líder sindicalista ese dinero? ¿De las ayudas? Y el PSOE mirando para otro lado. Este señor fue senador con el PSOE.
Queda claro que cuanto más dinero se les ha dado, peor ha sido para todos los españoles. Incluso también peor para ellos. Recibir ayudas desde el minuto uno hace que las empresas no inviertan, se acomoden poniendo la mano para recibir las ayudas y dejen morir a sus empresas.
No hay sector más ineficiente en toda la economía española, mantenido por todos durante décadas y ahora hay que hacerles el último favor. Se les regala más dinero por lo mal que lo han hecho, incapaces las empresas mineras de competir con sus adversarios extranjeros a pesar de las múltiples ayudas. Y encima tenemos que poner una sonrisa en nuestra cara.
Menos mal que está la UE, que ha cortado el grifo porque la sensación que uno tiene de todo esto es que hubiesen seguido regando con ayudas a este ineficiente sector durante más décadas. Todo por un puñado de votos.
Está bien, muy bien que se quiera dar una nueva vida a las cuencas mineras, pero ¿por qué a costa del resto de españoles? ¿Qué pasa con otras provincias que se están quedando solas, con pueblos enteros que son auténticos fantasmas en nuestra geografía? Esos que se busquen la vida, pero a los mineros, ni tocarlos.
Que quieren que les diga, yo celebro este acuerdo, pero solo por una cosa, porque sea la última vez que se dan más ayudas al carbón y se ponga fin al cachondeo padre que ha sido todo esto. Adiós, carbón.