Fuente: El Periódico de la Energía
El precio que las grandes industrias y las centrales contaminantes pagan por la emisión de CO2 en la UE ha alcanzado un máximo de 10 años, un duro golpe para los propietarios de las centrales eléctricas de carbón y un impulso para la energía renovable.
El precio del carbono en el esquema de comercio de emisiones ha alcanzado ya los 18 euros por tonelada, un 220,82% por encima del nivel de hace un año, y no se espera que se detenga su camino al alza.
Alrededor de 12.000 fábricas y centrales eléctricas tienen que pagar por cada tonelada de carbono que emiten bajo este sistema de comercio, pero durante años la sobreoferta de permisos ha permitido que su coste haya languidecido y se haya mantenido alrededor de los 5 euros por tonelada, una precio por los suelos, demasiado bajo para estimular a las empresas a reducir las emisiones.
Sin embargo, los expertos advierten que se está empezando a especular con el precio del carbono, y si continúa así comenzarán a perjudicar los márgenes de ganancia de los generadores de las centrales térmicas de carbón, las más contaminantes y las que más derechos de emisión deben comprar, además de influir en las decisiones de inversión de futuro de sus propietarios.
Phil MacDonald, el jefe de comunicaciones de Sandbag, una consultora que analiza el mercado de carbono, ha dicho que, con estos precios, “se reducirán los beneficios de las centrales de carbón … Y las energías renovables mejorarán y obtendrán una mayor ganancia de esto y también la nuclear“.
Mark Lewis, el jefe de investigación en el ‘think tank‘ Carbon Tracker, ha dicho que aunque los propietarios de las centrales térmicas soporten el aumento del precio del carbono, no tendrá grandes consecuencias, sencillamente pasarán los costes directamente a los consumidores.
El precio del carbono tendría que subir mucho más, hasta los 30 euros por tonelada para activar las alarmas a gran escala de las centrales de carbón, gas y renovables, pero Lewis asegura que “no estamos aún en esa etapa en que el precio del carbono tenga un efecto importante”.
Sandrine Ferrand, un analista de mercado de Engie Global Markets, también ha asegurado que el precio actual supondrá un coste adicional significativo para el carbón, hasta unos 11-12 euros adicionales por megavatio hora. Pero el incentivo para cambiar los combustibles será limitado porque los precios del gas también aumentarán, junto con los precios del petróleo. “Hasta ahora, el precio del carbono no era lo suficientemente alto como para desencadenar un gran cambio desde la generación de energía abastecida por carbón hacia una generación de energía a base de gas menos, contaminante”, ha señalado.
Las compañías propietarias de centrales de carbón también aún no están sufriendo las consecuencias de este mercado, pero es solo temporal ya que se han protegido hasta la fecha comprando permisos de carbono y se han beneficiado de los recientes aumentos en los precios de la energía al por mayor.
Pero, ¿por qué ha subido casi hasta triplicarse el precio de las emisiones de CO2 en un solo año? Ese dramático aumento ha sido impulsado en parte por las reformas de Europa que limitarán el suministro de permisos de carbono. El 27 de febrero de 2018, el Consejo Europeo aprobó formalmente la reforma del régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) para el periodo posterior a 2020.
En la reforma del régimen de comercio de derechos de emisión se han introducido los siguientes elementos:
•El límite del volumen total de emisiones se reducirá anualmente en un 2,2% (factor de reducción lineal).
•El número de derechos de emisión que se colocarán en la reserva de estabilidad del mercado se duplicará temporalmente hasta el final de 2023 (tasa de alimentación).
•En 2023 estará operativo un nuevo mecanismo para limitar la validez de los derechos de emisión de la reserva de estabilidad del mercado por encima de un nivel determinado.
Pero no es la única causa. La otra es la ola de calor que se extiende por Europa este verano. Los expertos también consideran que tiene un efecto alcista.
Y es que un clima más cálido impulsa la quema de combustibles fósiles a medida que se aumenta la demanda eléctrica por el uso masivo de ventiladores y aparatos de aire acondicionado para combatir las altas temperaturas, mientras que la generación de centrales hidroeléctricas y eólicas ha disminuido debido a los bajos niveles de los ríos y la velocidad del viento.
El continuo crecimiento en el precio del carbono fortalecerá los argumentos de los miembros más progresistas de la recién creada “Comisión de Salida de Carbón” de Alemania, que emitirá un plan este año.
En el caso de Reino Unido, cuenta con el comodín del Brexit. Podría decidir abandonar el mercado de carbono siempre y cuando abandone la UE. Chris Piabiatek, un trader en el mercado de carbono de Vertis Environmental Finance, espera que una tonelada de carbono cueste un poco menos de 19 euros el próximo año, por lo que un Brexit sin trato que involucra la caída del mercado de carbono del Reino Unido provocaría unos precios “súper bajistas” para el CO2 en el resto de países europeos.