Fuente: Cinco Días
El Parlamento Europeo está decidido a pisar el acelerador en la introducción de las energías renovables y a poner fin a los objetivos voluntarios planteados por la Comisión Europea en su proyecto de directiva de finales de 2016.
El borrador del informe parlamentario sobre la nueva directiva eleva del 27% al 35% el objetivo del conjunto de la UE para 2030 en electricidad procedente de fuentes renovables. Y a diferencia de la propuesta de la Comisión, el documento parlamentario, que hoy ha quedado listo para su tramitación, establece objetivos nacionales vinculantes en cada uno de los países de la UE.
El eurodiputado socialista, José Blanco, autor del informe parlamentario, defiende la necesidad de recuperar los objetivos vinculantes a nivel nacional porque, a su juicio, «es la única forma de dar un marco seguro y estable al sector para que invierta”.
Para España, la cuota a alcanzar en 2030 sería del 36%, muy por encima del objetivo de 2020 (20%) y más del doble que la producción actual. El esfuerzo será aún mayor tras la ralentización de los recientes ejercicios, lo que puede suponer tod un reto para el actual ministro de Energía, Álvaro Nadal.
El último dato de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Comisión, indica que en 2015 la cuota de renovables en España sólo aumentó una décima, hasta el 16,2%, frente a las seis décimas de media en toda la UE.
El frenazo coincide con la intención del Parlamento de endurecer el proyecto de directiva elaborado por el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete, que suprimió los objetivos nacionales.
“No se trata de endurecimiento sino de facilitar el desarrollo de las renovables”, defiende Blanco. El ponente considera que “el objetivo del 35% es factible y necesario para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Protocolo de París [reducir el 40% de las emisiones de Co2 de la UE en 2030]”.
Fuentes del sector de las renovables coinciden en que «el objetivo del 27% no encaja con lo aceptado por la UE en la cumbre de París». Y creen que «más que una meta, el 27% es una cuota que se alcanzará simplemente con la tendencia actual de despliegue de las renovables, sin ningún esfuerzo adicional».
El sector reclama, al menos, un objetivo del 30%. Pero Blanco ha elevado el listón cinco puntos más, aunque admite que la cifra final llegará tras un intenso regateo con el consejo de ministros de Industria y Energía de la UE que, al igual que la Comisión, apostaba por un 27%.
La batalla se anuncia dura porque los ponentes de otra de las directivas del paquete energético también han endurecido el texto inicial. Los diputados del grupo Verde, Claude Turmes y Michèle Rivasi, piden en su informe que se fije 2050 como límite para alcanzar un nivel cero de emisiones de Co2 y un mix energético 100% renovable para esa misma fecha.
Turmes y Blanco presentarán el próximo lunes sus propuestas en Madrid durante un debate organizado por la oficina del Parlamento Europeo en la capital española.
Seguridad para el inversor
La directiva en vigor fijó un objetivo común del 20%, pero repartido en objetivos nacionales obligatorios. A España se le asignó un 20%. Bruselas ha sustituido ese modelo por un objetivo general y unos objetivos orientativos para cada país. Un sistema que, según el sector, genera incertidumbre sobre la seriedad del compromiso.
El texto de Blanco también refuerza las garantías del inversor frente a posibles cambios discrecionales del marco regulador por parte de las autoridades nacionales. El ponente defiende que se obligue a los Gobiernos a anunciar los cambios en los mecanismos de subvención «con seis meses de antelación». Y que los inversores perjudicados «reciban una compensación adecuada».
El informe parlamentario amplía, además, de tres a cinco años los plazos para la asignación de ayudas a energías renovables, con el objetivo de dar un horizonte más largo al inversor.